En Chignahuapan, la familia Rivera busca seguir heredando el poder entre padre e hijo en medio de condiciones de opacidad sobre el uso de los recursos públicos.
La administración de Lorenzo Rivera Nava, actual presidente municipal de ese Pueblo Mágico, ha incumplido con exigencias legales de transparencia y ahora su padre Lorenzo Rivera Sosa busca la reelección.
Tras estar al frente de la alcaldía entre 1999 y 2002, Rivera Sosa se inscribió nuevamente en el proceso electoral del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Su posible regreso al poder ocurre en un trienio en el que su hijo no ha explicado el uso del erario de uno de los municipios más grandes del estado, catalogado además como Pueblo Mágico.
Aunque en la Plataforma Nacional de Transparencia es obligatorio publicar los dictámenes financieros, el último que se ha hecho público sobre Chignahuapan es de 2017 y ya han transcurrido dos años desde que Lorenzo Rivera Nava asumió el gobierno.
Otra situación similar se observa en la publicación de procesos de licitaciones y asignaciones directas que en 2021 y 2022 omitieron varios de los gastos, entre ellos, la de la famosa Feria de la Esfera. Y todo empeoró en 2023, pues todo lo relacionado con las finanzas del municipio se mantiene como “no consultable”.
Según la plataforma, se hicieron 11 licitaciones y dos asignaciones directas, la del monto más alto fue para rehabilitar un bulevar y ascendió a 12.4 millones de pesos.
Sin embargo, los archivos se presentan en un formato con fallas técnicas y no es posible identificar cómo y con quién se firmaron los contratos.
También se ocultan las declaraciones patrimoniales de Lorenzo Rivera Nava, por lo que no es posible identificar los bienes y los ingresos con los que llegó al gobierno y sí éstos se han incrementado.
Empresarios de la región señalan que los contratos de obra pública han beneficiado a constructores y otros negocios familiares, pues los Nava se han desarrollado en ese giro.
También existen críticas sobre el posible uso de recursos para facilitar las prácticas y resguardo de un aserradero que pertenece a la familia desde hace décadas.