Durante décadas las ladrilleras ubicadas generalmente en la periferia de Puebla fueron una parte importante de la industria de la construcción y del sustento de muchas familias.
Pero el desarrollo aunado al uso de nuevos materiales, las han colocado en una situación complicada.
El artículo “Caracterización del sector ladrillero en Puebla, México: Producción, comercialización, pobreza y territorio”, elaborado en 2020 por Luis Ángel Ortiz Herrera; Alma Esther Aguilar Estrada, Roberto Osvaldo Ramos Cortés, es más que clarificador.
Pues indicó que “se estima que el 95 por ciento de las industrias ladrilleras de México aún utilizan tecnologías de los años 80”.
En materia de producción de ladrillos, señaló que “se da prácticamente en todas las entidades, sin embargo, la región oriente y occidente contribuye con más de la mitad de las unidades económicas totales”.
“En particular, los estados de Puebla y Jalisco concentran más del 40 por ciento de las 10 mil 159 reportadas por INEGI. No obstante, cabe destacar que, con 32 ladrilleras, Tlaxcala aporta casi el mismo valor de la producción que Puebla, con 2 mil 811”, compartió el escrito.
De acuerdo con la investigación: “este comparativo muestra mayor eficiencia en la producción de Tlaxcala, pero también mayor dependencia de estos ingresos en las familias poblanas, pues el número de empleos que generan las ladrilleras de Puebla se estima en 28 por ciento del total de empleos generados por esta actividad económica, es decir, más de 10 mil personas de un total nacional de 35 mil 483”.
Cabe mencionar que el artículo analizó datos de 239 ladrilleras, ubicadas en nueve municipios del estado de Puebla, los cuales son Amozoc, Atlixco, Coronango, Huejotzingo, Juan. C. Bonilla, Puebla, San Martín Texmelucan, San Pedro Cholula y Tepeaca.
De ese tamaño era en el año 2020 la industria ladrillera del estado de Puebla.
Los talleres de corte artesanal van en descenso
Sin embargo, a principios del año 2022 algunas ladrilleras de San Pedro Cholula enfrentaban una situación crítica.
Ello derivado, entre otros factores, de la migración, el estigma social, los bajos ingresos y el escaso apoyo oficial.
Propietarios y trabajadores de las ladrilleras tuvieron que apagar varios hornos en San Pedro Cholula.
La competencia y la modernización amenazan a la industria ladrillera que carga con el estigma de la contaminación.
Pero en algunos puntos de la periferia de la ciudad de Puebla aún es posible observar ladrilleras en cuyos hornos se termina de dar forma al clásico ladrillo rojo.