Pasados los primeros 12 días del año, en los que de acuerdo con la creencia popular tienen lugar las cabañuelas que permiten predecir el clima, primordialmente el nivel de precipitaciones pluviales, parece que, en el año 2023, habrá pocas lluvias.
Para quienes no conocen el tema es necesario señalar que las cabañuelas son un método tradicional de predicción meteorológica a largo plazo sin base científica, pero que antaño contaba con un alto nivel de credibilidad entre los productores del campo.
En términos generales, la predicción del tiempo mediante las cabañuelas se basa en las condiciones atmosféricas que se observan en los primeros 12 días de enero, estableciendo una correlación entre ellas con los meses del año.
El clima que prevalece durante el primer día del año corresponde a enero, el día dos a febrero y así sucesivamente hasta llegar al día 12 que se relaciona con diciembre.
Sin embargo, un elemento a considerar desde hace años en la predicción basada en las cabañuelas y que puede derivar en sorpresas, es el cambio climático.
El incremento tanto en los niveles de frío como de calor que se registran a lo largo del año.
Así como la presencia de precipitaciones pluviales atípicas, y la caída de granizo de grandes proporciones y en una cantidad inusual, independientemente de fuertes rachas de viento, han cambiado la percepción del clima que se tenía antaño.
De hecho, los cambios en las estaciones del año, acompañados de una modificación del clima durante cada una de ellas, ha llevado a que se modifique sustancialmente la percepción de la primavera, el verano, el otoño y el invierno.
Las fechas en que tienen lugar los equinoccios para dar entrada a cada una de las cuatro estaciones parecen cada año como una simple referencia, que como una verdadera fecha que da paso a un puntual cambio del clima.
Sin dejar de lado las temporadas de ciclones y huracanes, además de las tormentas tropicales y frentes fríos.
Sin embargo, de acuerdo con el método tradicional de las cabañuelas, en el año 2023 las lluvias serán escasas. Predicción que no parece descabellada a partir de las etapas de sequía que han amenazado varias zonas de la geografía local y nacional.
Vengan las apuestas y las predicciones.