A conceptos como cambio climático, ola de calor y calentamiento global, se suman los fenómenos de El Niño y La Niña, los cuales también provocan alteraciones en la temperatura.
El Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) explica que La Niña consiste en anomalías de temperaturas muy frías que se registran en la superficie del mar del Pacífico Tropical y es parte de un fenómeno natural llamado El Niño-Oscilación del Sur (ENSO, por sus siglas en inglés).
La Niña es la fase negativa (fría), mientras que la fase cálida es El Niño, que genera temperaturas muy altas en el Pacífico Tropical y que también induce cambios del viento a nivel global.
En tanto, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) reportó que en el presente 2022, a diferencia de otros años, está siendo especialmente seco, desde que el fenómeno de La Niña ingresó al país en octubre de 2021 y se prevé que se sostenga hasta la entrada del verano de este año.
Incluso, se pudo observar que durante el invierno 2021-2022 hubo un ambiente muy caluroso y seco en diciembre; frío ártico de enero a febrero con evento de norte severo, heladas, nevadas y lluvias, las cuales recargaron las presas que serán necesarias para soportar la sequía que ya se presenta.
En Puebla, el fenómeno de La Niña ha afectado al territorio en años como 2015 y 2016 cuando se registraron pocas lluvias durante el final del primer trimestre y a lo largo del segundo trimestre.
Durante febrero y marzo recién pasados y los días que han transcurrido de abril, se tiene registro de ambiente caluroso que se intercala con algo de frío, condiciones meteorológicas que pueden tender a tiempo severo debido al contraste de calor contra el frío durante esta primavera.
En el 2016, de acuerdo con la Conagua, en territorio poblano hubo un déficit de cerca de 10 por ciento en la cantidad de lluvia registrada, situación que afectó algunas regiones de cultivo como las que se ubican en la mixteca.
Sin embargo, a pesar de registrar poca caída de agua, los índices de sequía se mantuvieron en nivel anormalmente seco a moderado, sin caer en severas.
Situación que también se vivió un año anterior, en el 2015, cuando la presencia de La Niña evitó que se formaran ciclones tropicales, los que a su vez generan tormentas o huracanes y en consecuencia la presencia de lluvias.
De acuerdo con documentos del Servicio Meteorológico Nacional, fue en el año 2014 cuando se permitió emitir mapas de sequía en escala en territorio nacional. Los niveles de medición son anormalmente seco, sequía moderada, sequía severa, sequía extrema y sequía excepcional,
El Estado de Puebla por su ubicación geográfica esta potencialmente expuesto a condiciones climáticas extremas.
Las características climáticas promedio de la entidad le dan una temperatura media de 16 grados centígrados, la estación de lluvias se inicia en mayo y termina en octubre, con un promedio anual de precipitación de 801 milímetros.
En Puebla los climas que predominan son los templados, éstos se distribuyen en la parte central, desde el oriente de la Sierra Nevada hasta el occidente del Pico de Orizaba, en sentido oeste-este, y de San José Chiapa a San Vicente Coyotepec, en dirección norte-sur; asimismo, comprenden entre otras zonas, una franja que atraviesa en dirección noroeste-sureste el norte del estado.
Beatriz Manrique Guevara, secretaria de Medio Ambiente, Desarrollo Sustentable y Ordenamiento Territorial, informó que los últimos nueve años en Puebla, de 2012 a 2021, han sido los más calurosos en la historia.
Advirtió que el presente año no será la excepción, por lo que se estima que las primeras lluvias se registren en junio próximo, con la entrada de la temporada de verano.