Fue el lunes 22 de julio de 2013 cuando el entonces gobernador Rafael Moreno Valle inauguró la Estrella de Puebla, uno de los sitios turísticos que atrae a cientos de visitantes que acuden a la zona de Angelópolis.
Hace 10 años fue todo un acontecimiento la puesta en marcha de esta noria, de la cual entonces las autoridades destacaban como un importante atractivo turístico que aumentaría el número de visitantes al estado.
Para la inauguración se programó que fuera por la noche, con el propósito que destacarán las luces que iluminan las góndolas y la estructura de la enorme rueda.
En el discurso, el entonces gobernador también recibió la notificación que la Estrella de Puebla estaba inscrita en el Récord Guinness como la “rueda de observación itinerante más grande del mundo”.
Todo un espectáculo aconteció hace 10 años, pues se apagaron las luces que forman parte del Parque Lineal, en la zona de la avenida Osa Mayor, donde permanece la rueda.
Como preámbulo, la fuente saltarina con chorros se iluminó al mismo ritmo del Huapango de Moncayo y un niño fue el responsable de encender una esfera multicolor, que segundos después desapareció y con ello inició un espectáculo audiovisual que mostraba imágenes de Puebla, sus iglesias, lugares turísticos tradicionales y municipios del interior de la entidad.
Después, los cerca de 300 invitados en las sillas más los cientos de curiosos aledaños llevaron a cabo el conteo con el cual se iluminó la Estrella de Puebla.
Para el espectáculo no podían faltar kilos de pólvora en los fuegos artificiales que iluminaron el cielo, mientras que los presentes disfrutaban de la música e iluminación.
Desde aquel día, los poblanos se daban tiempo para acudir al nuevo atractivo turístico, el cual tuvo una inversión de 400 millones de pesos.
Los visitantes y turistas que llegaban a la zona de Angelópolis también se formaban para subirse a la rueda modelo R80XL, de la marca alemana Maurer German Wheels GmbH, y disfrutar de la vista panorámica desde una de sus 54 góndolas, de las cuales seis serán VIP.
La rueda cuenta con un diámetro de 69.8 metros y una altura de 80 metros y sus recorridos tenían una duración de 20 minutos aproximadamente para que la gente pudiera observar todo el paisaje, incluyendo los volcanes Popocatépetl, el Iztaccíhuatl y la Malinche.
Sin embargo, la marcha de la rueda se detuvo siete años después, pues en marzo de 2020, el entonces gobernador Miguel Barbosa Huerta ordenó la suspensión de los servicios como consecuencia del confinamiento a causa de la pandemia por Covid-19.
Además, dijeron que la inactividad les permitía darle mantenimiento, pero tiempo después revelaron que trabajadores sustituyeron piezas originales y se las robaron. También se supo que la base de la estructura estaba fracturada y representaba un riesgo para la población.
Antes de suspender su funcionamiento, Barbosa Huerta anunció que la rueda, al ser itinerante, sería trasladada a la zona del Paseo de San Francisco, en el Centro Histórico, algo que nunca ocurrió, principalmente por la negativa del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Actualmente, el gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina envió una propuesta al Congreso del Estado para concesionar la Estrella de Puebla por un periodo de 12 años.
Para el mandatario estatal es importante que nuevamente funcione la noria y, lo más importante, sea seguro para los usuarios.
Su gobierno no puede hacerse cargo por el alto costo que implica, pues requiere de una inversión de 100 millones de pesos, por lo que busca que empresarios se hagan cargo, asuman los desperfectos con los que se entrega el bien.
También pide que entreguen el 8 por ciento del boletaje por ingreso bruto al gobierno del estado, entrega de mil boletos anuales para uso de programas sociales, que cuente con un seguro amplio de cobertura civil, desarrolle en el parque nuevos espacios para restaurantes y zonas comerciales, así como la colocación de pantallas que permitan promocionar planes y acciones de gobierno.
A 10 años de la Estrella de Puebla, aun sin funcionar, sigue siendo un atractivo para los poblanos y visitantes.
Incluso, este atractivo cuenta con una página no oficial en las redes sociales, donde los usuarios gustan de compartir fotografías y videos de su visita a esta noria, ya sea de día o de noche, solos, con los amigos, la familia o con la pareja.
También es un espacio socorrido por las quinceañeras que llegan los fines de semana para tomarse la foto del recuerdo, así como algunos graduados que han acudido en los últimos días.