La aparición en México de la influenza aviar AH5N1 amenaza la producción de toneladas de pollo y huevo en Puebla.
La Unión Nacional de Avicultores (UNA) destaca que en México se tiene una producción anual de 6.67 millones de toneladas en carne de ave y pollo y es una de las industrias que mayores empleos genera.
Puebla sigue ocupando el segundo lugar nacional en producción de huevo al registrar más de 386 millones 822 mil kilos, mientras que en producción de pollo se ubica en el sexto sitio con 250 mil 238 toneladas.
Es el corredor Tehuacán-Tecamachalco donde se localiza la principal industria avícola en el estado, se generan 272 mil 580 empleos, de los cuales 45 mil 320 son directos y 227 mil 260 indirectos.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO por sus siglas en inglés), la influenza aviar AH5N1 ha estado presente en México por más de 10 años.
Se trata de una enfermedad viral altamente contagiosa de las aves, que se presenta generalmente en forma epidémica, es transfronteriza y eventualmente puede afectar a los seres humanos.
La cepa H5N1 corresponde a las que causan la Influenza Aviar Altamente Patógena (IAAP) y es una zoonosis, es decir, que los seres humanos pueden ser infectados y morir si están en contacto con ciertos subtipos del virus.
El pasado 30 de octubre, el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) del gobierno federal dio a conocer la presencia de influenza aviar AH5N1 en una granja con 60 mil gallinas de pastura en Montemorelos, Nuevo León.
De la misma manera, informó que se encontró un nuevo caso en aves silvestres en Tijuana, Baja California, así como en una granja familiar de Juárez, Chiapas, con una población de 186 aves.
Sin embargo, enfatizó que la presencia de la Influenza Aviar de Alta Patogenicidad (IAAP) no representa ningún riesgo para el consumo de pollo y huevo.
Por lo anterior, la dependencia federal emitió a los productores avícolas las siguientes medidas para proteger la producción avícola:
-Mantener las aves en buenas condiciones.
-Las aves deben estar en lugares protegidos.
-Controlar el ingreso de personas a la granja.
-Limpiar con mayor frecuencia el patio de la granja, instalaciones de los animales, equipo y vehículos.
-Las granjas deben registrarse como Unidades de Producción Avícola (UPA).
-Contratar un médico veterinario autorizado para esta especie, quien está obligado a tomar un curso y aprobar un examen.
-Las granjas que se ubican en zona libre de la enfermedad y que cumplen con la constancia de Medidas Mínimas de Bioseguridad (MMB) podrán mover los animales vivos a través del Aviso de Movilización Avícola (AMA).
-Las granjas que no cuenten con la certificación MMB serán consideradas de alto riesgo y su movilización se restringirá a su estado y a plantas Tipo Inspección Federal (TIF) de otras entidades.
Senasica subraya que respecto a las granjas de pollo de engorda ubicadas en zonas de escasa prevalencia con constancia de MMB, sólo podrán movilizar a otros estados con el mismo estatus, con la condición de presentar un Certificado Zoosanitario de Movilización (CZM).
Además, siempre y cuando presenten resultados negativos de pruebas PCR emitidos por laboratorios autorizados por el Senasica.
Las excretas para su uso como fertilizantes, conocidas como gallinaza y pollinaza, deben ser sometidas a tratamiento térmico de 56 grados Celsius durante 30 minutos, procedimiento que debe ser certificado por el médico veterinario autorizado.