El 5 de mayo de 1862 es una de las fechas más importantes en la historia de nuestro país, pues aquel día, las tropas comandadas por el General Ignacio Zaragoza, venció a uno de los mejores ejércitos de la época, el francés,
Los europeos, dirigidos por Charles Ferdinand Latrille, Conde de Lorencez llegaron al puerto de Veracruz el 5 marzo de ese año.
La Batalla del 5 mayo en Puebla, dio como resultado una victoria importante para los mexicanos, quienes con unas fuerzas consideradas como inferiores lograron vencer a uno de los ejércitos más experimentados.
El éxito de esa batalla fue gracias al general Ignacio Zaragoza quien recibió del presidente Benito Juárez la orden de dejar su cargo como ministro de Guerra, para comandar el llamado Ejército de Oriente, quien había sido movilizado a Puebla, para frenar el avance de las tropas francesas hacia la capital del país.
De inmediato Zaragoza llegó a Puebla para hacerse cargo de las tropas que habían estado bajo el mando del general, José López Uraga, quien fuera removido del por su deficiente desempeño.
Batalla de Puebla
Cuando en la Ciudad de México se enteraron que las tropas francesas se movilizaban desde Veracruz, hacia la capital, Puebla se eligió como el punto para evitar su avance.
El general Zaragoza, arribó a Puebla el 3 de mayo para establecer su cuartel a unos metros de la línea de batalla, donde definió el plan para la defensa de la plaza, que consistió en concentrar los pertrechos en el sur y oriente de la ciudad, esperando evitar que los franceses alcanzaran el área urbana de Puebla.
La Batalla del Cinco de Mayo de 1862, inició aproximadamente a las 11:15 horas, cuando un cañonazo disparado desde el Fuerte de Guadalupe y repiques de las campanas de la ciudad, avisaban del avance de las tropas francesas.
Luego de varias horas de combate y con una serie de efectivas maniobras militares, Zaragoza informó a Palacio Nacional con un telegrama enviado a las 17:49 horas de ese mismo el resultado de la batalla:
“.. Las armas del Supremo Gobierno se han cubierto de gloria: el enemigo ha hecho esfuerzos supremos por apoderarse del Cerro de Guadalupe, que atacó por el oriente de izquierda y derecha durante tres horas: fue rechazado tres veces en completa dispersión y en estos momentos está formado en batalla, fuerte de más de 4,000 hombres, frente al cerro de Guadalupe, fuera de tiro. No lo bato, como desearía, porque el Gobierno sabe (que) no tengo para ello fuerza bastante. Calculó la pérdida del enemigo, que llegó hasta los fosos de Guadalupe en su ataque, en 600 o 700 entre muertos y heridos; 400 habremos tenido nosotros. Sírvase vd. dar cuenta de este parte al C. Presidente.”
Ignacio Zaragoza
Ignacio Zaragoza Seguin, nació en el poblado de La Bahía del Espíritu Santo, hoy Goliad, en Texas.
A pesar de su reconocimiento como militar, en el ámbito personal vivió diferentes tragedias durante sus últimos años.
El general Zaragoza se casó con Rafaela Padilla en 1857, pero 5 años después, el 13 de enero de 1862, falleció víctima de una pulmonía.
Ignacio se casó en 1857, con Rafaela Padilla de la Garza, quien falleciera el 13 de enero de 1862, víctima de una pulmonía.
4 meses después de la gloriosa batalla del 5 de mayo de 1862, el 8 de septiembre, Ignacio Zaragoza falleció a los 33 años de edad por fiebre tifoidea, consecuencia de las fatigas y de la insalubridad en los campos de batalla.
Camino hacia Acatzingo, un fuerte dolor de cabeza y alta temperatura le atacó, sin embargo el malestar lo atribuyó a la lluvia que durante su viaje lo empapó varias veces.
Pero lejos de recuperarse, la salud del general Zaragoza se deterioró.
Su secretario y el jefe de su Estado Mayor, sospechando que había caído víctima del tifo, determinaron trasladarlo a Puebla, era el 4 de septiembre.
Al día siguiente el dolor de cabeza y la fiebre aumentaron y para el 6 de septiembre comenzó a tener delirios.
Para el siguiente día su madre y una hermana llegaron a Puebla para estar a su lado y con dificultad las pudo reconocer.
Falleció al día siguiente a las 10 y minutos de acuerdo con un telegrama enviado por el doctor Juan N. Navarro, comisionado por el propio presidente Juárez para que atendiera al general.
“Son las diez y minutos. Acaba de morir el general Zaragoza. Voy a proceder a inyectarlo”
Puebla de Zaragoza
El 11 de septiembre de 1862, el presidente Benito Juárez decretó que a Puebla se le agregará el apellido del general, en su honor, cambiando su tradicional nombre de Puebla de Los Ángeles a Puebla de Zaragoza.
Tras su fallecimiento, sus restos fueron trasladados a la Ciudad de México y enterrados en el Panteón de San Fernando.
El 4 de mayo de 1976 sus restos fueron exhumados de dicho panteón con motivo del 114 aniversario de la batalla de Puebla. Al día siguiente, sus restos llegaron a la ciudad de Puebla y se colocaron en la Zona de los Fuertes, lugar donde se construyó un monumento conmemorativo llamado “Monumento a Ignacio Zaragoza” ubicado en la glorieta que conecta las calles Calzada Ignacio Zaragoza y 2 Norte.
Los restos de su esposa, Rafaela Padilla, también fueron inhumados en dicho monumento en 1979.