En el Pueblo Mágico de Atlixco se mantiene viva una de las celebraciones más ancestrales de origen náhuatl, el Huey Atlixcáyotl, dedicado al dios Quetzalcóatl para agradecer los dones recibidos en la temporada de cosecha.

El cerro de San Miguel es el escenario que año con año recibe a los grupos de danzantes provenientes de 13 regiones etnográficas del estado de Puebla, entre nahuas, totonacos, tepehuas, otomíes, mixtecos, popolocas, mazatecos, mestizos y criollos.

Este año, se tiene previsto que el Festival Huey Atlixcáyotl sea el domingo 25 de septiembre, ya que siempre se celebra la última semana del noveno mes.

De acuerdo con información de la Dirección de Turismo de Atlixco, localidad ubicada a 40 minutos de la capital del estado, esta celebración fue un trabajo hecho por el etnólogo estadounidense Raymond Harvy Estage Noel, mejor conocido como “Cayuqui”.

Sus investigaciones lo motivaron para hacer una representación de estas fiestas ancestrales, llenas de color, música y danza, el 20 de diciembre de 1965.

Entonces hubo “Música Azteca” de San Jerónimo Coyula, la banda de viento de San Miguel Ayala, “Danza de los Vaqueros” de La Soledad Morelos, “Danza de los Doce Pares de Francia” de la Colonia Guadalupe Victoria.

Así como una “Boda Indígena” de La Magdalena Axocopan, un grupo de Solareños de los solares chicos y de los grandes que obsequiaron los tradicionales ramos de flores, fruta y café al público.

A más de cinco décadas, esta festividad mantiene viva esas representaciones de danzas que cada vez atrae a más visitantes locales, regionales y hasta internacionales.

Uno de los rituales es la elección de la Xochicíhuatl (Mujer Flor) y a sus Xochipilme (Florecitas), que consiste en un concurso en el que participan jóvenes mujeres, a quienes no se les califica su belleza, sino el conocimiento de las costumbres de los pueblos del estado de Puebla.

Esta fiesta multicolor que ofrece bailes, cantos, rituales y la degustación de platillos típicos de la región, fue reconocida por las autoridades estatales que en 1996 la declararon Patrimonio Cultural del Estado de Puebla.

“Cayuqui nos cuenta que la tradición oral de Atlixco menciona la existencia de un teocali indígena dedicado al dios de los vientos, Ehecatl Quetzalcóatl, en donde actualmente existe la ermita dedicada a San Miguel, en el cerro que lleva el mismo nombre”, se lee en el texto de la dependencia municipal.

En el relato se agrega que lo anterior tiene sentido porque los conquistadores españoles substituyeron las deidades indígenas por los santos del santoral católico, por lo que se cree que el reemplazo de Ehecatl Quetzalcóatl, “ la serpiente emplumada” y deidad del aire, fuera San Miguel Arcángel, que también viste plumas y es del aire.

El festival Atlixcáyotl se puede presentar en dos partes:

-Atlixcayotontli, (Atlixcáyotl chico), que se celebra el segundo domingo de septiembre, con la participación de grupos de danzantes de las regiones de El valle, Tierra Caliente y El Volcán.

-Huey Atlixcáyotl, (Atlixcáyotl grande), que se celebra el último domingo de septiembre, con comitivas de danzantes de las 11 regiones del estado, como Valles Centrales, la zona de los volcanes, Tierra Caliente, la Mixteca Poblana, región popoloca.

Así como la región de la cañada poblana, Sierra Negra, región de Los Llanos, región Totonacapan poblana, sierra Norte de Puebla y la Huasteca poblana.

Por lo que estás a tiempo para alistar tu próxima visita al municipio de Atlixco y disfrutar de todo el color y magia que ofrece el Festival Huey Atlixcáyotl y los atlixquenses.

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