El gobernador Miguel Barbosa Huerta descartó la emisión de un decreto en el que mandate la aplicación de Ley Seca con motivo de la próxima consulta popular del 10 de abril.
Indicó que, en todo caso, cada ayuntamiento -si lo considera necesario y dependiendo de sus condiciones- prohíba la venta de bebidas alcohólicas, pero por parte del gobierno del estado no habrá ninguna restricción.
Durante la videoconferencia de este martes hizo un llamado a participar libremente en esta consulta.
“No condicionamos desde el poder público, no hacemos que la superstición y la visión supersticiosa se oponga en nuestra libertad de pensamiento”, dijo.
Añadió que la consulta popular del domingo 10 de abril no es una elección, y el Instituto Nacional Electoral (INE) debe pedir la colaboración de las fuerzas del orden federal.
“Nosotros siempre dispuestos a colaborar, pero vemos el desgano del INE en la organización de esta consulta popular. Hubiera sido una consulta popular mucho más difundida, mucho más abierta por parte de la autoridad que la realiza”, dijo.
Comentó que serán pocas las casillas que se instalen para la consulta, pues esas fueron las condiciones, de manera que como autoridad estatal no ve ningún riesgo de violencia, pero sí las fuerzas del orden y de la policía estatal debe hacer todo un despliegue en la entidad para garantizar la seguridad de todos.