La aplicación WhatsApp y sus opciones para difundir mensajes de forma masiva se han convertido en Puebla en una bomba de tiempo para los linchamientos.
El último caso fue el de Huauchinango, donde el viernes 10 de junio, la población atacó y asesinó a un trabajador de la Cámara de Diputados alentada por un audio que advertía la supuesta presencia de una camioneta con personas que buscaban sustraer a menores.
Sin embargo, no es el único caso en el que los mensajes masivos generan reacciones, como se pudo observar en una revisión a intentos de linchamiento ocurridos en los últimos tres años.
En enero de 2020, por ejemplo, entre habitantes del Fraccionamiento Los Héroes se difundió la versión de que sujetos intentaban secuestrar a un vecino, cuando en realidad eran agentes de la Fiscalía General de la República (FGR) quienes cumplían con una orden de aprehensión.
Los elementos fueron rodeados por colonos que portaban palos e incluso un machete, sin embargo el arribo de la policía estatal permitió evitar un ataque e incluso fueron detenidos algunos de los participantes .
Mientras que en octubre de 2021, el WhatsApp fue utilizado por vecinos de la Unidad Habitacional Manuel Rivera Anaya para advertir que un grupo de vecinos había logrado detener a uno de dos hombres que amagaron con arma blanca a una madre y a su hijo.
La persona asegurada por los vecinos fue golpeada y el linchamiento se evitó pues la policía municipal intervino para asegurar al sospechoso y retirarlo del lugar.
Los mensajes masivos de esta red social también han generado alertas no comprobables en otros temas relacionados con la seguridad pública, como la advertencia de secuestros de mujeres en puntos de la zona metropolitana o advertencias de saqueos.
De estos últimos hay por lo menos tres fechas que han sido simbólicas: la víspera del Día de Reyes Magos de 2017 cuando había problemas con el abasto de gasolina; las horas posteriores al sismo del 19 de septiembre de ese mismo año; así como la incertidumbre que generó el posible desabasto de productos básicos en los primeros días del COVID-19, en marzo de 2020.
En al menos dos de estas fechas se difundieron audios en los que se advertía la participación de la Unión Popular de Vendedores Ambulantes 28 de Octubre (UPVA), lo que llevó a estos activistas a desmentir los rumores con comunicados.
Por otro lado el WhatsApp se ha señalado en Puebla como una herramienta que ha servido para difundir masivamente falsas promesas de trabajo que terminan en fraudes o eventos en otras redes sociales que están vinculados con el desarrollo y difusión de pornografía.
Sin embargo la plataforma también ha sido de utilidad para otros casos de seguridad en los que la comunicación entre vecinos fue un factor clave para evitar mayores riesgos.
En octubre de 2019, por ejemplo, un grupo de colonos en WhatsApp permitió advertir que policías municipales que habían intentado frustrar un asalto en Arboledas de Loma Bella habían sido desarmados por los delincuentes y que los uniformados requerían apoyo.