La grana cochinilla es un pigmento natural ancestral cuya producción artesanal se conserva en algunos municipios de Puebla, como Hueyapan, y es altamente cotizado y comercializado, incluso en redes sociales.
A escasos 16 kilómetros de Tlatlauquitepec se encuentra Hueyapan, donde opera un invernadero de grana cochinilla. Las cochinillas son extraídas de los nopales y posteriormente utilizadas para la elaboración de pigmentos naturales con colores como rojo, negro, azul y café. Estos pigmentos se emplean, entre otros usos, para dar color a la lana.
La producción de la cochinilla solo se realiza dos veces al año. Es un proceso artesanal que eleva el costo del colorante en polvo y, por tanto, el precio de las prendas en las que se emplea.
En Hueyapan, un grupo de mujeres labora en un invernadero donde se cría y procesa la grana cochinilla. Este insecto es un parásito del nopal, donde se cultiva. Una vez separada, la grana cochinilla se muele en un metate, quedando en polvo con el clásico tono rojo.
Para pigmentar, se prepara agua con piedras de sal de alumbre y tequesquite para fijar el color natural en la lana. Dependiendo del manejo de la temperatura del agua, pueden lograrse varias tonalidades, como rojo, vino, rosa, palo de rosa y rojos intensos.
Algunas prendas, como suéteres, llegan a costar 4 mil pesos, pero los más elevados son los chales o rebozos, que se venden hasta en 12 mil pesos. Lo destacable es que el proceso de elaboración de las prendas, al ser manual y artesanal, lleva varios meses de trabajo, lo que eleva su valor.
De acuerdo con referencias históricas, el tinte rojo obtenido de la cochinilla se convirtió en una fuerte competencia para los colorantes europeos, pues con él se teñía la ropa de reyes, nobles y del clero. Incluso era utilizado para pintar artesanías y tapices.
El rojo mexicano no solo se utilizó para teñir textiles, sino que también estuvo en la paleta de los grandes pintores de los siglos XVI al XIX, como Rembrandt y Van Gogh.
Ese es el tesoro artesanal que resguarda y aún vive en Hueyapan.
