En las primeras horas del 6 de febrero de 2023 en Turquía se despertaron con el movimiento de un sismo de magnitud 7.8 grados y posteriormente otro de 7.5.

La noticia conmovió a todo el mundo y cuando los rescatistas de la Cruz Roja delegación Puebla fueron seleccionados para apoyar en las labores de búsqueda y rescate de personas, accedieron de inmediato con la ayuda de los binomios caninos July y Rex.

En entrevista con los rescatistas y técnicos en Urgencias Médicas, Anneth López Villafaña, Miguel Ángel Martínez, Alberto Peña y Daniel Hernández, compartieron su experiencia.

Daniel Hernández compartió cómo era un día de jornada en Adiyaman, Turquía, donde empezaban desde temprano y conformaban células de seis personas y un binomio para iniciar la búsqueda de personas con vida o cuerpos entre las estructuras.

Al iniciar la jornada se aseaban con botellas de agua desechables o toallitas húmedas porque el agua potable se contaminó con aguas negras al colapsar los inmuebles.

El técnico en Urgencias Médicas y en Rescate de Estructuras Colapsadas compartió que el binomio Rex es un pastor belga, tiene cinco años de edad y desde los cinco meses comenzó a prepararlo para estas activaciones.

“Yo desde que lo vi el primer día dije lo quiero en mi familia y le empecé a enseñar desde el primer día y es mi compañero, mi familia. De hecho, todos los ejemplares caninos son familia de su manejador, entonces tenemos un vínculo especial con ellos y un cariño impresionante y por eso los cuidamos todavía mucho más”, dijo.

En ese sentido, apuntó que los manejadores dormían con sus binomios caninos para proporcionarse calor a sus cuerpos, ya que las temperaturas eran de menos 9 a menos 15 grados centígrados.

Rex desde el primer día de trabajo hizo en promedio de seis a ocho búsquedas cuando normalmente deben realizar una por día. Esta situación hizo que en un momento todos los perros ya se mostraran fatigados y era necesario que descansaran, lo que así hizo con Rex para no arriesgarlo.

“Los perros fueron muy famosos y muy queridos y la misma gente ya tenía a sus favoritos. Los llevábamos en sus transportadoras. El agua de sus platos amanecía congelada y era necesario colocar botellas de agua junto a las fogatas para que los binomios pudieran comer y poder bañarlos también para descontaminarlos”, explicó.

Para Daniel éste es su segundo binomio, pues antes trabajó con Luna, pero la perrita se jubiló después de la activación en la Ciudad de México el 19 de septiembre de 2017.

Anneth López Villafaña, líder del grupo SAR K9, es manejadora de July, una perrita labrador negro con 8 años de vida, pero que desde los tres meses de edad comenzó a capacitarla y es operativa desde que cumplió un año hasta el día de hoy. July es la más veterana de los binomios de la Cruz Roja delegación Puebla.

Ella compartió que antes de salir de México rumbo a Turquía se informó sobre la cultura de ese país, de manera que ella cuidó cubrirse el cabello o tenerlo amarrado porque allá no es bien visto que las mujeres tengan la cabeza descubierta.

Indicó que lo hizo por respeto a su cultura y religión. Lo mismo ocurrió al momento que encontraban un cuerpo con o sin vida, porque las personas dan un trato diferente de sus familiares estén vivos o muertos.

También cuidó la manera de cómo debía acercarse a los niños, pero en general las cinco mujeres que fueron por parte de la Cruz Roja Mexicana ninguna se sintió excluida.

“Desde el primer trabajo las gente nos veía algo extraños como mujeres dentro de un equipo donde la mayoría eran hombres, pero al momento de ver que se le estaba ayudando la población tuvo total confianza en nosotros y fue muy amable, amorosa y nos brindó todo lo que tenían ese momento aunque hubieran perdido toda su casa”, relató quien también es técnico en rescate en zonas montañosas.

“Desde el primer trabajo la gente nos veía algo extraños como mujeres dentro de un equipo donde la mayoría eran hombres, pero al momento de ver que se le estaba ayudando a la población tuvo total confianza en nosotros y fue muy amable, amorosa y nos brindó todo lo que tenían ese momento aunque hubieran perdido toda su casa”, relató quien también es técnico en rescate en zonas montañosas.

En el caso de Alberto Peña, quien además de ser técnico en rescate de estructuras colapsadas también es veterinario, tuvo la tarea de cuidar el estado físico de los binomios July y Rex, que estuvieran en óptimas condiciones y salvaguardar su integridad física.

Frío, desolación y cansancio, lo que enfrentaron los rescatistas poblanos en Turquía
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Explicó que antes de viajar presentó una carta petición a Turquía para que permitan, como profesionales de la salud, poder ejercer su especialidad en otro país, ya sea cuidando a los binomios caninos, a los animales de la comunidad o a los perros de otros cuerpos de rescate.

La atención la hizo desde el vuelo de México a Turquía, vigilando que viajaran cómodos y evitando los cambios bruscos de temperatura, además de medicarlos para fortalecerlos ante el agotamiento físico.

“Llevamos botiquín y medicamento para los perros, lo cual fue muy importante porque al llegar a Turquía constamos que todos los hospitales y veterinarias estaban rebasados y colapsados. La ciudad más cercana para contar con servicio especializado estaba a cinco horas, por ello debíamos cuidar mucho a los binomios”, comentó.

Los binomios caninos trabajaban un promedio de ocho horas, por ello al paso del tiempo comenzaron a mostrar agotamiento físico, desgaste de las uñas, dolor musculo-esquelético y cansancio y en el caso de algunos perros de la Secretaría de Marina, daños gastrointestinales.

Para el rescatista Miguel Ángel Martínez, especializado en rescate en estructuras colapsadas, la tarea más desafiante fue a nivel físico y mental, con desgaste emocional al enfrentarse a una situación completamente desconocida.

“El estar ahí por primera vez empieza el nervio, un poco de confusión y un poco de miedo al enfrentarse a lo desconocido, sin embargo, creo que lo indispensable es confiar en la gente y en el equipo que llevábamos como respaldo, de ahí paso a paso ir hacia adelante”, dijo.

Sin embargo, todos coincidieron que ni las bajas temperaturas ni el idioma fueron un impedimento para llevar a cabo su labor, pues se apoyaron con personas que hablaban inglés, mientras que los voluntarios de Turquía usaban sus celulares para las traducciones.

Para ellos era fundamental obtener información respecto a los edificios colapsados, saber qué buscar y cuántas personas se podrían encontrar.

Para algunos rescatistas fue su primera experiencia internacional, para otros fue la segunda, ya que los voluntarios de la Cruz Roja delegación Puebla también han participaron en las labores de rescate en la Ciudad de México tras el sismo del 19 de septiembre de 2017, en Guatemala con la erupción del volcán de fuego.

También han participado en rescate y búsqueda de personal en alta montaña, así como con la Comisión de Búsqueda de Personas, en el colapso del edificio de la 2 Poniente y la Diagonal en la ciudad de Puebla y las inundaciones en Chignahuapan.

Frío, desolación y cansancio, lo que enfrentaron los rescatistas poblanos en Turquía
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Para todos, su principal motivación de ser rescatistas es ayudar a las personas, servir a los semejantes y seguir los pasos que emprendieron sus familias como algún tío, amigo y también por sus inicios como scouts.

Reconocieron todo el agradecimiento del pueblo turco hacia ellos y de la misma manera, a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), a la Secretaría de Marina (Semar) y a la Secretaría de Relaciones Exteriores por todo lo que hicieron para movilizar a los elementos de la Cruz Roja Mexicana en las labores de rescate a favor del pueblo turco.

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