Una vez inaugurado el primer tramo del Tren Maya, que comprende 473 kilómetros desde la ciudad de Campeche hasta el Aeropuerto de Cancún, en Quintana Roo, muy pocos saben que esta obra magna contó con materiales de construcción 100 por ciento poblanos.
Los municipios de Tepeaca y San Salvador El Seco fueron los principales proveedores de mármol, siendo este último responsable de su instalación.
Los artesanos de San Salvador El Seco suministraron mármol travertino a las estaciones recién inauguradas del Tren Maya, ubicadas en Teya, Tixkokob, Izamal, Calkiní y Valladolid. Además, se encargaron de la instalación de este y de un recinto volcánico laminado.
Cabe destacar que también Tepeaca formó parte de esta gran construcción, ya que fue el mayor proveedor de mármol, acaparando el 70 por ciento de la comercialización de este material en el mercado nacional.
Puebla es uno de los principales productores de ónix y mármol, con los municipios de Tecali, Tepeaca, San Salvador El Seco y Tepexi destacando en esta industria.
El mármol es una roca metamórfica compuesta por carbonatos. En términos comerciales, la palabra mármol no tiene un sentido petrológico, aunque a menudo se refiere a rocas calcáreas como calizas recristalizadas, dolomías, mármol, ónix y travertino.
Su uso primordial es en forma de roca dimensionable tanto en exteriores como en interiores, como en pisos, columnas, escaleras, mesas, chimeneas, muebles para baño y cocinas.
El proceso para su elaboración comienza con la extracción de la roca, para luego ser llevada a las plantas y talleres de producción, donde, con maquinaria de primera línea, se realizan los procesos que satisfacen aproximadamente el 20 por ciento de esta industria a nivel nacional, teniendo una gran demanda en mercados de países de Europa y Estados Unidos.