La incertidumbre legal que envolvía al exrector de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), José Alfonso Esparza Ortiz, finalmente llegó a su fin, pues el Poder Judicial resolvió de manera contundente las acusaciones en su contra, asegurando que está libre de todo cargo.
Este desenlace fue confirmado por la Sexta Sala Unitaria en Materia Penal, que respaldó el auto de no vinculación a proceso previamente emitido por la Jueza de Control de la Región Judicial Centro.
Las acusaciones por presuntas Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita y Asociación Delictuosa no encontraron sustento, lo que llevó a la conclusión definitiva del proceso legal.
El regreso del académico a Puebla
La resolución abre camino para que Esparza Ortiz regrese sin impedimentos al estado de Puebla, como ya se evidenció en diciembre pasado cuando asistió a la toma de protesta del gobernador Alejandro Armenta Mier.
Este evento marcó su reaparición pública tras meses de especulación sobre su situación jurídica.
Caso Lobos BUAP, sin delito que perseguir
Uno de los puntos más mediáticos del caso fue la denuncia de la Auditoría Superior del Estado (ASE) sobre un supuesto desvío de más de 400 millones de pesos destinados al equipo de futbol Lobos BUAP, que participó en la Liga MX entre 2017 y 2019.
Sin embargo, la investigación determinó que estos recursos eran autogenerados por la universidad y no provenientes del erario público.
El Consejo Universitario de la BUAP, mediante actas de sesión extraordinaria fechadas en febrero de 2018, validó el uso de dichos fondos bajo el rubro de “Universidad, Responsabilidad Social, deporte para universitarios y la sociedad, extensión y difusión de la cultura”.
Esto desmontó cualquier intento de vincular al exrector con un manejo irregular del presupuesto.
En lo referente a los 120 millones de pesos que Lobos BUAP pagó como multa a la Federación Mexicana de Futbol tras descender en 2018, se confirmó que este monto fue cubierto por empresarios que en ese momento administraban la franquicia, eximiendo de responsabilidad financiera a la universidad.
Con este fallo, Esparza Ortiz cierra un capítulo de acusaciones que marcaron su vida académica y pública en el gobierno de Miguel Barbosa, caracterizado por la persecución contra varios personajes públicos.
