Miedo, angustia, estrés, ansiedad, depresión, tristeza, inquietud, son algunas de las emociones que hoy viven niños, adolescentes y jóvenes a causa del Covid-19, informó el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Puebla.
Sin especificar cifras, la institución registró un aumento en el número de consultas psiquiátricas por ese motivo.
María Eugenia Torres Castillo, psiquiatra de adultos, niños y adolescentes del IMSS en Puebla, comentó que la pandemia ocasionó una serie de cambios en la vida diaria de las personas.
El estrés generó problemas de pareja e incluso trastornos afectivos en los demás miembros de la familia al grado de refugiarse en el consumo de sustancias.
Algunos adolescentes también generaron apego a las redes sociales y con ello limitaron aún más la comunicación interpersonal, abundó.
Dijo que si se detectan síntomas de ansiedad o depresión, deben acudir de manera inmediata con su médico familiar para la referencia oportuna al especialista en Psiquiatría o Psicología, según amerite el caso.
Los síntomas más comunes han sido, miedo, angustia, inquietud, tristeza, ansiedad, que inicialmente fungen como protectores para el autocuidado, pero a medida que los síntomas incrementan forman parte de trastornos depresivos, pánico, estrés postraumático y adaptativos.
Otros síntomas son dolores de cabeza o males gastro-intestinales como colitis; problemas para concentrarse, cansancio, fatiga; sentir desamparo y tener ideas de minusvalía, desesperanza y obsesivas y recurrentes de que la vida no vale nada y pensar en el suicidio como alternativa a su sufrimiento.
La especialista mencionó que en junio del 2021, cuando se tuvo un descenso en el número de contagios, se observó en los derechohabientes del IMSS en Puebla un incremento de solicitudes para la atención psiquiátrica.
Por ello, sugirió tener rutinas de aprendizaje, ejercicio, aprender a conocer las emociones y expresarlas, tener una dieta balanceada, vacunarse y seguir los protocolos de higiene como el lavado de manos, uso correcto de cubrebocas y sana distancia.
En familia, compartir juegos de mesa, pláticas entre los miembros, preguntarse cómo se sienten emocionalmente y dar apoyo emocional a quien lo necesite.