El expresidente Luis Echevería Álvarez, quien falleció el viernes 8 de julio a los 100 años de edad, es recordado a nivel nacional por ordenar acabar con las guerrillas, por las matanzas estudiantiles de 1968 en Tlatelolco y El Halconazo de 1971, por coartar a la prensa escrita y hasta por prohibir el rock en la radio; pero a su paso por Puebla, así lo rememoran los aficionados a la historia.
Un inmueble histórico que no acabó en un desastre arquitectónico, la tragedia tras un terremoto en Chalchicomula de Sesma, un Safari clásico de la Volkswagen y monumentos que hoy son cotidianos, cuentan parte de las visitas que hizo a la entidad en su período presidencial comprendido entre el 1 de diciembre de 1970 y el 30 de noviembre de 1976.
De acuerdo con las publicaciones de aficionados en el grupo de Facebook Puebla Antigua, una de las demandas que le hicieron al inicio de su sexenio fue que se diera certeza legal al atrio del Templo de Santo Domingo, en donde meses antes de que él asumiera el cargo se suspendió una obra de 17 pisos.
El artista Fernando Ramirez Osorio recuerda en un escrito que el problema era añejo, pues en 1928 el gobierno municipal presidido por el coronel Heliodoro Escalante Ramírez permutó el atrio por un matadero de reses al particular Eladio Martínez Pando y él lo vendió fraccionado con los años.
Para 1970, la Inmobiliaria Isabel de Puebla S.A. presentó un proyecto de obra e incluso se realizaron las primeras excavaciones en la esquina del hoy andador peatonal 5 de Mayo y la 4 Poniente, lo que llevó a activistas y empresarios a movilizarse y frenar la obra.
Aunque estaba suspendida, en 1971 buscaron a Echeverría Álvarez en una visita a Tlaxcala para pedirle hacer valer la Ley Federal del Patrimonio Cultural de la Nación que promulgó a dos semanas de asumir la presidencia.
A la larga, la presión también permitió que por Decreto Presidencial del 18 de noviembre de 1977 se declara como Zona Monumental al espacio dentro del perímetro de la antigua traza de la Ciudad de Puebla y Monumentos Históricos el Marcado la Victoria y el Templo de Santo Domingo y sus Anexos.
La tragedia de Chalchicomula de Sesma
A las 3:52 horas del 28 de agosto de 1973, el Terremoto de Orizaba considerado como el segundo más mortífero de la historia reciente con mil 200 fallecimientos según cifras oficiales, dejó daños en Chalchicomula de Sesma que obligaron a Echeverrría Álvarez a visitar la entidad.
El portal Mi Ciudad Serdán Noticias recuerda que tal como hacen otros mandatarios en los desastres naturales, el entonces presidente estuvo en la zona y encargó demoler, reparar y reconstruir los daños, dando origen a la colonia 28 de Agosto.
En su recuento, señalan que más de 200 personas perdieron la vida en lo que hoy se conoce como Ciudad Serdán y que parte de las pérdidas humanas ocurrieron en el templo principal donde quedó sepultada una imagen del Padre Jesús y a cuyas afueras dormían comerciantes de la feria local que no se salvaron de la caída de una cornisa.
Este municipio es también la tierra natal de Gustavo Díaz Ordaz, con quien Echeverría Álvarez fue secretario de Gobernación y a quien posteriormente se le dedicó una estatua monumental que ha sido blanco de críticas por la matanza de Tlatelolco.
De Safari por Puebla
En los setentas como hoy, la visita de presidentes a la planta de Volkswagen en Puebla fue una postal infaltable y el aficionado Josse María Nieto cuenta en su hemeroteca con una imagen publicada en 1975 por El Sol de Puebla donde Echeverría Álvarez está montado en un Volkswagen Safari.
Según la ficha de este vehículo en Wikipedia, es también conocido como Kurierwagen.
Fue un vehículo pequeño con características militares que se produjo entre 1970 y 1980 en la planta poblana y en años previos en Wolfsburgo, Emden y Hannover, en Alemania, así como en Yakarta, Indonesia.
Para 1975 la armadora se vio afectada con ese vehículo, pues se prohibió en Estados Unidos al no cumplir medidas de seguridad de ese país. Sin embargo se siguió la apuesta y se estima que en el último año de producción, de Puebla salieron 64 mil 254 unidades.
Regresó los restos de Ignacio Zaragoza
El Mausoleo Ignacio Zaragoza es hoy una imagen cotidiana en el que reposan sus restos.
Fue Echeverría Álvarez quien el 5 de mayo de 1976 encabezó una ceremonia en el Congreso y en el mismo sitio histórico, según recuerda el aficionado Eric Hernandez Salgado.
Tras morir en Puebla a los 33 años, por tifus de pulgas de rata, el héroe de la Batalla del 5 de Mayo fue enterrado en el Panteon de San Fernando de la Ciudad de México donde hay otros personajes históricos.
Sin embargo, con motivo del 114 aniversario de la gesta histórica, sus restos regresaron a territorio poblano y se colocaron en el monumento que se construyó en su honor a los pies del Cerro de Loreto y Guadalupe, tres años después también los de su esposa Rafaela Padilla de la Garza.
Otros aficionados como Luz Del Carmen Brito recuerdan también que los libros de historia dan cuenta de que en ese día Echeverría Álvarez también develó en el Bulevar Héroes del 5 de Mayo el Monumento a José María Lafragua Ibarrra, que entre otros legados, dejó las primeras versiones de los Códigos Penal y Civil del estado en 1842, según reseñas históricas.
