A partir de marzo de 2025, la Secretaría de Educación Pública (SEP) implementará una prohibición estricta sobre la venta de alimentos ultraprocesados y bebidas azucaradas dentro y fuera de las escuelas.
Esta medida fue anunciada por la presidenta Claudia Sheinbaum y tiene como objetivo mejorar la salud de los estudiantes y combatir los altos índices de obesidad infantil y juvenil en México.
Según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSATU) 2020-2023, 5.7 millones de niños entre 5 y 11 años, y 10.4 millones de adolescentes entre 12 y 19 años, sufren de obesidad, lo que ha llevado a la adopción de estos lineamientos más estrictos.
El titular de la SEP, Mario Delgado, explicó que la prohibición incluye alimentos con sellos de advertencia, establecidos en la Norma-051, que señalan altos contenidos de azúcares, grasas y sodio. El objetivo es impedir la venta de productos con bajo valor nutricional en los entornos escolares.
¿Qué alimentos estarán prohibidos en las escuelas en 2025?
- Entre los alimentos ultraprocesados que no se podrán vender o consumir en las escuelas a partir de marzo de 2025, se incluyen:
- Refrescos y bebidas azucaradas: como refrescos de cola, jugos industrializados y néctares con azúcares añadidos.
- Papas fritas y botanas: frituras empaquetadas y otros snacks ultraprocesados.
- Galletas dulces y saladas: galletas industriales que contienen altos niveles de azúcar o sal.
- Pasteles: como donas, panecillos empaquetados y roles de canela.
- Cereales azucarados: especialmente aquellos de sabores de chocolate o frutas.
- Caramelos y golosinas: chocolates, gomitas y otros dulces con alto contenido de azúcares.
- Bebidas energéticas: que contienen cafeína, taurina y altos niveles de azúcar.
- Helados industriales: helados con elevados niveles de grasas y azúcares.
- Alimentos precocinados y congelados: como nuggets de pollo, pizzas congeladas y palitos de pescado.
- Snacks empaquetados de queso o mantequilla: como palomitas de microondas con saborizantes.
- Sopas instantáneas: con alto contenido de sodio y conservadores.
Estas medidas buscan reducir el acceso a alimentos considerados nocivos y promover hábitos alimenticios más saludables entre los estudiantes.
Aunque ya existían esfuerzos previos en este sentido, las cifras recientes de obesidad sugieren que los esfuerzos no han sido suficientes, lo que ha llevado a la SEP a reforzar las políticas alimenticias en los centros educativos.
