Puebla es un verdadero tesoro de belleza natural y arquitectónica. Entre sus rincones encantadores, hay un destino en la Sierra Norte que, aunque no tiene el título oficial de Pueblo Mágico, sorprende a turistas y locales por igual. ¿Tienes curiosidad por saber de qué lugar hablamos? Descúbrelo en esta nota.
Conocida por sus hermosos paisajes naturales, la enigmática Sierra Norte de Puebla, también llamada Sierra Mágica, es uno de los principales destinos turísticos a nivel nacional e internacional.
El encanto de esta región se refleja en sus bosques de niebla, cascadas, ríos cristalinos y paisajes montañosos. Además, los pueblos que la conforman son considerados mágicos porque conservan sus tradiciones y costumbres milenarias, las cuales se pueden apreciar en sus lenguas, arquitectura, cultura, gastronomía y artesanías. Uno de estos encantadores pueblos es Honey, un municipio de extraordinaria belleza natural.
Honey fue fundado por grupos totonacos y otomíes y, posteriormente, sometido por la Triple Alianza (México-Tlacopan-Texcoco). Su nombre actual honra a Ricardo Honey, un empresario de la industria textil que estableció una fábrica de pinturas en 1862 utilizando tierras colorantes y resinas de la región.
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Entre sus principales atractivos destacan diez cascadas de diferentes tamaños rodeadas de frondosos bosques y un puente colgante de 100 metros de longitud y 70 metros de altura.
Este municipio también es famoso por su Antigua Estación del Ferrocarril, construida en 1898 e inaugurada en 1908, según el Sistema de Información Cultural. Con más de 114 años de existencia, esta estación representa un importante legado histórico. El clima de Honey es agradable durante todo el año, aunque en verano puede ser cálido en las partes bajas y frío en las zonas altas.
Cascadas y parajes naturales
Como lo mencionamos con anterioridad, la principal atracción turística de Honey son sus cascadas y parajes naturales, ubicados en un bosque que se extiende a lo largo de 10 kilómetros, rodeado de pinos y encinos de aproximadamente 60 metros de altura. Las 10 cascadas reciben nombres que reflejan sus leyendas o características:
- El Salto
- Arcoíris
- Cañón del Sumidero
- El Ángel
- El Beso
- Las Trenzas
- El Paraíso
- Los Duendes
- Agua Clara
- Fuente de Vida
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Otro de los atractivos de Honey es su fábrica de colorantes textiles, relacionada con la fundación del pueblo. También destaca su Templo Parroquial, dedicado a la Santa Cruz y bajo la protección de San José, construido en el siglo XVI. Cada 19 de marzo se celebra una fiesta en honor a San José, con misas, rezos, procesiones y danzas tradicionales como los Quetzalines, Voladores, Tejedores y Huehues.
¿Cómo llegar?
Honey está a menos de tres horas de la capital poblana, para llegar tendrás que tomar la México-Puebla hasta el Arco Norte. Después tendrás que desviarte en la carretera federal 132 hasta Pahuatlán. Ya en esta parte comenzarás a ver letreros con indicaciones para llegar a Honey.
En cuanto a costos, primero desglosemos el costo del viaje:
Como ya lo mencionamos, lo primero que debes hacer es llegar a Pahuatlán. Este viaje tiene una duración aproximada de 3 horas, recorriendo unos 183 kilómetros, con un peaje estimado de 600 pesos ida y vuelta.
Las combis de Pahuatlán hacia las Cascadas Paraíso en Honey tienen un costo aproximado de 30 pesos.
Al ser un parque ecoturístico, el circuito de las cascadas de Honey, Puebla tiene un costo de 100 pesos adultos y niños 80 pesos.
El parque abre de lunes a domingo de 09:00 a 18:00 y en el lugar también encontrarás alimentos y artesanías, así que lleva efectivo por si quieres comprar algo.