La actividad policiaca tiene orígenes tan remotos como la historia misma de todas las civilizaciones y naciones, en el caso de la Puebla podría decirse que se remonta a su fundación.
Durante la época de la Colonia, los “faroles” y los “serenos” se encargaban de la vigilancia nocturna.
En particular, los serenos recorrían las calles e iban informando la hora, con un pregón que se hizo famoso: “las tres de la madrugada y todo sereno”. O sea que todo estaba en orden.
Los policías o vigilantes de barrio cumplieron una función similar, pero durante el día.
Por su parte, en la historia moderna, la Policía Estatal tiene su origen en la creación del Estado y la emisión de la primera Constitución de Puebla, que se publicó el 2 de octubre de 1917.
En el capítulo tercero, artículo 49, fracción II, numeral 15, confería al Congreso la facultad de “legislar especialmente en materia de Seguridad Pública”.
A su vez, el capítulo segundo “De la Seguridad Pública”, en el artículo 113, establecía que: “para la conservación de la tranquilidad y el orden público en el Estado, se organizará la fuerza competente, tanto urbana como rural, en los términos que establezca la Ley”.
Y el artículo 104 señalaba: “la Ley Reglamentaria Municipal se sujetará a las bases del Ejecutivo Federal y el gobernador del Estado, que tendrán el mando de la policía y la fuerza pública de los municipios donde residieren habitualmente o transitoriamente. Las mismas, policía y fuerza pública del municipio auxiliarán a las fuerzas del Estado y recíprocamente”.
Ese es el origen de la Policía Estatal como tal que, si bien ha evolucionado con el tiempo, para adaptarse de acuerdo con las circunstancias y la evolución, al grado de que en la actualidad cuenta con un cuerpo de Policía Cibernética, tiene una historia de más de un siglo.
La principal función de la Policía Estatal es garantizar la paz y el orden público, así como salvaguardar la integridad de los poblanos.
Para ello dividen el estado en regiones y cuentan con diversos agrupamientos.
Además del Centro de Control, Comando, Comunicaciones y Cómputo (C5), que es una plataforma al servicio de la población.
Desde el C5, mediante tecnología de telecomunicaciones y el monitoreo de vigilancia, permite la transferencia de información y comunicación entre las instituciones de los tres órdenes de gobierno.
Como su nombre lo indica, la Policía Estatal está distribuida en todo el territorio de Puebla, y coordina sus actividades con las corporaciones municipales.
Si bien en la actualidad quienes aspiran a convertirse en policías estatales deben someterse a adiestramiento en la Academia General Ignacio Zaragoza, durante muchos años, la Academia Estatal de las Fuerzas de Seguridad Pública se ubicó en la 10 Poniente, esquina con la 9 Norte, en pleno Centro Histórico de Puebla.