A solo 10 kilómetros de la ciudad de Puebla, se encuentra una de las maravillas arquitectónicas más impresionantes de nuestro estado: la Iglesia de Santa María Tonantzintla. Considerada como la máxima expresión del barroco indígena en México, este templo no solo fortalece la fe, sino que también cautiva por completo a sus visitantes.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), en la cultura mexica, Tonantzin era una diosa identificada con la Tierra, cuyo nombre significa literalmente "Nuestra Madre". A la llegada de los españoles, estos adoptaron este nombre y lo asociaron con la Virgen María, construyendo un hermoso templo en su honor que hoy podemos admirar como uno de los mejores ejemplos del barroco popular mexicano.
La construcción de la Iglesia de Tonantzintla comenzó en el siglo XVI y es un claro ejemplo del sincretismo, donde se unen elementos católicos y prehispánicos.
Sus muros son testimonio de esta fusión cultural, mostrando querubines con penachos de plumas y ángeles morenos que vuelan entre frutas (capulines, mangos, guayabas, chiles, plátanos y mazorcas de maíz) y flores. Sin duda alguna, los indígenas de aquella época plasmaron en cada rincón del templo su visión y cosmovisión.
Especialistas del INAH señalan que esta característica es un vivo ejemplo de lo que era la deidad de los indígenas: ellos creían que después de la vida partirían al cielo de Tláloc, convertidos en niños y niñas donde gozarían de frutas, agua, flores y animales que se encontraran allí. Y mientras se hallaran en ese lugar mantendrían la vida y alegría de un niño.
La cúpula está adornada con 260 rostros, reflejando la creencia azteca en 13 cielos. Los indígenas de Tonantzintla representaron en esta cúpula el cielo de Tlaloc, el dios de la lluvia, lleno de flores, frutos y plantas. Así, cada rostro no es un ángel, sino un indígena que murió por un rayo o ahogado y reencarnó en este cielo.
Considerada como la máxima expresión del barroco indígena, el templo fue declarado monumento histórico desde 1933 y actualmente es el tercero más visitado de Puebla. Según la leyenda, los ángeles estaban hechos con los ojos saltones porque estaban muy asustados con las ideas cristianas del infierno y el castigo divino que les habían enseñado los religiosos.
La Iglesia de Santa María Tonantzintla, está ubicada en la Avenida Miguel Hidalgo o, San Diego, Santa María Tonanzintla, San Andrés Cholula.