Entre aplausos y vestido como Sheriff Woody, Jesús Santiago López Oropeza, de 9 años de edad, fue dado de alta en el Hospital para el Niño Poblano, luego del trasplante de médula ósea que recibió hace un mes para poder superar la leucemia que padece.
Su hermana, de 24 años de edad, fue la donante, pues es compatible al 100 por ciento.
Hilda Ernestina Oropeza, mamá de Jesús, relató a El Universal Puebla que desde 2017 diagnosticaron a su hijo con leucemia linfoblástica aguda y después de dos recaídas en su salud veían lejos que pudiera recibir su trasplante, ya que los médicos la enviaban a la Ciudad de México.
“Gracias a Dios, a los médicos, a la especialista en trasplantes Cinthya Cruz Medina, es que hoy mi hijo está feliz”, comentó.
El Hospital para el Niño Poblano -dijo- tiene el área de trasplantes “pero no se usaba porque dijeron que no había recursos”.
Ahora, la familia de Jesús Santiago tiene esperanza de que se recuperará por completo de la enfermedad, aunque ahora es cuando más deben cuidar de su salud debido a que aún tiene bajas sus defensas.
“Solo nos queda dar gracias a Dios, gracias a los doctores, a las enfermeras, principalmente a la familia que ha sido todo mi apoyo”, dijo la señora Hilda Oropeza.
Comentó que el camino que ha recorrido junto con su hijo ha sido largo, pero ahora tiene más esperanzas de acercarse al final, luego de las crisis que vivió desde el 2019.
Recordó que a principios de aquel año, Jesús Santiago vivió su primera recaída y tuvo que ser internado de emergencia para recibir quimioterapia.
Posteriormente, en febrero del 2021, los médicos le informaron que el cáncer estaba dañando uno de sus testículos, por lo que ya era necesario iniciar los protocolos para el trasplante de células.
Como familia agotaron los pocos recursos que tenían con tal de salvar la vida de su hijo.
“Nosotros no podríamos pagar este tipo de operaciones que nos dijeron llegan a costar más de 270 mil pesos. Y si nos mandaban a la Ciudad de México tendríamos que pagar pasajes y hospedaje, por eso insistíamos en que lo operaran acá en Puebla, acá que se tienen las instalaciones en el hospital”, dijo.
A la fecha, el pequeño ha respondido bien al trasplante y continuará en observación de manera constante hasta que reciba su alta definitiva.
Durante tres meses permanecerán en un albergue para evitar cualquier riesgo de contagio.
Al salir del hospital, Jesús agradeció a los médicos que lo atendieron.