La ciudad de Puebla se fundó el 16 de abril de 1531, como parte de la extensión de la Nueva España; la ciudad serviría como unión entre el puerto de Veracruz y la Ciudad de México. Gracias a su ubicación estratégica, durante la época virreinal, Puebla llegó a ser la segunda ciudad en importancia de la Nueva España, por lo que le asignaron un escudo que le diera identidad propia.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), gracias a las gestiones de don Gonzalo Díaz de Vergara, y en virtud de la cédula real del 20 de julio de 1538, se le otorgó el escudo de armas a la ciudad de Puebla.
El escudo hace referencia a la leyenda de la fundación de la ciudad; es decir, a que fueron los ángeles quienes la trazaron y los que subieron las campanas a las imponentes y altísimas torres de la catedral. En él se contempla una ciudad con cinco torres de oro asentadas sobre un campo verde y dos ángeles, uno a cada lado, vestidos de blanco. Encima, a mano derecha hay una K y a la izquierda una V, que se refieren a "Karlos Quinto".
En una orla en torno de dicho escudo, hay unas letras de oro en campo colorado que dicen: «Angelis Suis Deus Mandavit de te ut custodiam te in imnibyus viis tuis» (“Dios ordenó a sus ángeles que te guardase en todos tus caminos”).
Con el paso de los años, Puebla se convirtió en uno de los 32 estados del país, por lo que se hizo necesaria la creación de un escudo de la entidad.
En ese entonces, el gobernador Alfredo Toxqui Fernández de Lara mandó a diseñar un escudo para que los poblanos tuvieran una mayor identificación y que hablara de la historia del estado.
El decreto para la creación del Escudo del Estado de Puebla fue aprobado por la XLVI Legislatura del Congreso del Estado, el 18 de agosto de 1977.
En los bordes externos se encuentra a Quetzalcóatl, serpiente emplumada, dios civilizador de los pueblos que, con sus brazos abiertos, está protegiendo a Puebla.
En la corona, o parte superior del escudo, está representado Tláloc, dios de la lluvia y tempestad, protector de la agricultura, cuyos ojos color nube se transforman en agua que riega las sementeras, para que nazca el maíz que alimentará a su pueblo.
Abajo de Tláloc se encuentran cuatro montañas localizadas en el estado y son: El Citlaltépetl o Pico de Orizaba, el Popocatépetl, el Iztaccíhuatl y el Matlacuéitl o Malinche.
En el cuartel superior izquierdo, sobre fondo verde y amarillo, una fábrica de tres chimeneas, coronadas de humo sobre una lanzadera y una rueda dentada o de engranes. Simbolizan, en conjunto, a la industria poblana.
En el cuartel superior derecho, sobre un fondo de colores verde, azul y amarillo, está representada la presa hidroeléctrica de Necaxa, que inició la electrificación del país, ubicada en el municipio de Huauchinango.
En el cuartel inferior izquierdo, sobre rojo en forma de llama, se encuentra un brazo empuñando una carabina, que simboliza la primera revolución social del siglo XX, iniciada en la casa de los hermanos Serdán.
En el cuartel inferior derecho, en fondo verde y amarillo, aparece una mano desnuda, en cuya palma se advierte una planta conocida como “milpa”; que representa el primer reparto agrario, efectuado al amparo del Plan de Ayala, suscrito en Ayoxuxtla de Zapata, Puebla el 18 de noviembre de 1911.
En el centro del escudo, se encuentra el contorno del escudo de la Ciudad de Puebla, evocándose la época colonial y dentro de dicho contorno, un día de orgullo nacional: el 5 de mayo de 1862, fecha histórica, protagonizada en los Fuertes de Loreto y Guadalupe.
En el contorno interno o bordura se encuentra la leyenda: “unidos en el tiempo, en el esfuerzo, en la justicia y en la esperanza”
En la base del escudo, en forma de pergamino, se encuentra el nombre de la entidad: "Estado Libre y Soberano de Puebla”.