En los últimos días, se registraron tres intentos de linchamiento en tres municipios distintos de Puebla, de los cuales uno se consumó en contra de un hombre que ingresó a campos de cultivo para extraer dos brócolis porque tenía hambre.

Por este hecho, el hombre fue golpeado y quemado, al grado que perdió la vida cuando recibía atención médica en el Hospital Integral de San Martín Texmelucan.

De acuerdo con las autoridades estatales, en lo que va de 2023 suman ya 28 intentos de linchamiento en la entidad.

Luz Anyela Morales Quintero, profesora investigadora de la Facultad de Derecho de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), subrayó que desde 2019 se han venido registrando el número de linchamientos que se han presentado en Puebla, a través de cifras oficiales de la Secretaría de Gobernación mediante oficios de transparencia.

También por medio de revisiones hemerográficas que permiten complementar la información que se ha obtenido de los linchamientos a través de los reportes periodísticos.

Apuntó que en el 2019 se registraron 276 linchamientos de acuerdo con las cifras oficiales, mientras que los medios de comunicación contabilizaron 391 linchamientos.

En 2020 fueron registrados 148 linchamientos, de acuerdo con cifras oficiales y nueve personas que perdieron la vida.

Para el 2021 fueron 97 linchamientos con dos personas que perdieron la vida.

En el 2022 la cifra registrada fue de 22 linchamientos con una persona que perdió la vida.

En lo que va del 2023 suman 27 casos registrados y con una persona que ha perdido la vida.

A decir de Mariana Durán Márquez, profesora de la Facultad de Derecho de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), Puebla es una de las entidades federativas que más linchan y el municipio de Puebla es en donde más se lincha a las personas y la colonia Centro en donde más se lincha.

Advirtió que, a pesar de los señalamientos, se seguirán viendo este tipo de acontecimientos y como sociedad se debe exigir al estado que se garantice la seguridad y la aplicación de la ley, sin olvidar que le corresponde al gobierno la aplicación del protocolo para prevenir estos casos.

En tanto -dijo- los ciudadanos tienen el compromiso de la cultura de la legalidad y de reconocer desde casa, en nuestra familia, en las colonias, en la comunidad, la recomposición del tejido social que en conjunto, sociedad y estado tenemos que hacer conciencia de esta problemática.

Por su parte, Miguel Ángel Martínez Martínez, investigador Nivel 1 del Sistema Nacional de Investigadores del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), lamentó el alto índice que tienen las comunidades en donde se registra algún linchamiento.

Dijo que la confianza en las autoridades sigue teniendo una baja percepción y así lo indican las estadísticas respecto de la percepción ciudadana y los casos se pueden estar incrementando bajo el argumento del derecho a tener esta justicia por mano propia.

Los tres investigadores así lo indicaron en conferencia de prensa en la UPAEP, donde también comentaron resultados de las investigaciones que muestran en el libro “Panorama General de los Linchamientos en Puebla: Tentativas interdisciplinares”.

En la obra señalan que los linchamientos son un caso multifactorial, ya que es difícil poder asumir que un solo factor, una sola variable, pueda explicar todo el fenómeno.

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