La historia de los casinos en México es relativamente moderna, pues comenzó a escribirse en la última década del siglo pasado, cuando en el plano legislativo se gestionó su operación.
Uno de los primeros casinos en entrar en funcionamiento en el país, fue Caliente, ligado a la familia Hank.
Antes de eso, este tipo de establecimientos en México operaban de manera esporádica durante las fiestas y ferias estatales, como la Feria de San Marcos de Aguascalientes y la del Caballo en el Estado de México.
Aunque en las ciudades como Puebla, en la segunda mitad del siglo pasado se podían encontrar otro tipo de casinos, en los que se jugaban juegos de azar y se combinaban la venta de bebidas embriagantes con la prostitución.
Así lo evidencia en una publicación en la cuenta de Facebook de Puebla Antigua, David Ramírez Huitrón.
“Esta casa, ubicada en la Colonia Amor (33 Norte, número 9) causó sensación en el verano de 1958 debido a que, en aquel entonces, la policía detectó que en su interior desde hacía varias semanas se había instalado un casino donde proliferaban los vicios y la prostitución”.
Casinos modernos en Puebla
En la historia reciente se abrió un casino Codere en Plaza Dorada y otro en Las Ánimas, como parte de una franquicia.
Incluso se inauguró un casino Caliente en Mártires 2 de Octubre y otro en el Circuito Juan Pablo II, que cerró.
También un Winpot en Plaza Pabellón, del Circuito Juan Pablo II.
Posteriormente, se han aperturado otra serie de casinos y casas de apuestas que no forman parte de una franquicia y se disputan el mercado.
La prohibición de los casinos
El presidente Lázaro Cárdenas emitió un decreto, el 24 de junio de 1938, en el que se prohibía instalar y operar casinos en México.
Se ordenó su abolición, con el argumento de que, por su naturaleza, eran focos de atracción del vicio, de mafias y explotación por parte de apostadores profesionales.
Pero en 1947 el gobierno promulgó la Ley de Juegos y Sorteos. La Secretaría de Gobernación quedó a cargo de la emisión de licencias, supervisión y control.
La Ley de Juegos y Sorteos prohibió los juegos de casinos y loterías y solo permitió apuestas en los bolos, ajedrez y otros.
En el año 2004 la Ley de Juegos y Sorteos, fue sustituida por la Ley Federal de Juegos y Sorteos. Las apuestas en juegos de azar en México pasaron a ser legales y controladas por el Estado mexicano.
Y comenzaron a establecerse casinos como Codere, en ciudades como Puebla.
Los casinos parecían un negocio redondo, hasta el inicio de la pandemia de Covid-19, cuando debido a las normas sanitarias, tuvieron que cerrar sus puertas y entraron en una etapa de crisis.
Sin embargo, ya habían comenzado a evolucionar hacia versiones digitales, primordialmente en el campo deportivo, que es donde actualmente se encuentran en auge.
