En 2017, la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco de la Comisión Nacional contra las Adicciones reportó que en México hay 15.6 millones de fumadores en el país, siendo los jóvenes la población más vulnerable.
El estudio señaló que los jóvenes inician entre los 12 a 15 años de edad en el consumo de cigarros, tanto hombres como mujeres.
Sin embargo, el doctor Eduardo López Villalobos, coordinador de la Clínica Médica Universitaria de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), aseguró en el estado se ha detectado que inician a una edad más temprana, a los 11 años.
Como referencia tiene información de la Secretaría de Salud federal y el Instituto Mexicano del Seguro Social en la que resalta que Puebla ocupa la primera posición a nivel nacional respecto a fumadores juveniles.
Refirió que antes, los jóvenes poblanos probaban el cigarro a partir de los 15 años y ahora es a los 11, lo que se explica que haya cerca de 16 muertes diarias a causa del consumo de tabaco en esta entidad.
Además, como lo dio a conocer El Universal Puebla el domingo 6 de febrero, el tabaquismo fue una comorbilidad que influyó en la muerte de menores de edad a causa del Covid-19 de acuerdo con datos oficiales.
Guadalupe Ponciano, coordinadora del Programa de Investigación y Prevención del Tabaquismo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), sostiene que el tabaquismo es un problema grave de salud pública.
Abundó que los fumadores pueden desarrollar múltiples padecimientos no transmisibles como enfermedad pulmonar obstructiva crónica; afecciones cardio y cerebrovasculares y cáncer de pulmón, entre otras.
Dijo que está demostrado que los hijos de fumadores comienzan el consumo de tabaco desde temprana edad, pues ver a sus padres no les parece que sea tan grave.
Incluso, el uso de los cigarros electrónicos son una mala elección porque en el vapor hay tóxicos altamente irritantes, incluso sustancias productoras de cáncer, que resultan del calentamiento del líquido que está compuesto por propilenglicol, etilenglicol, glicerina, alcohol etílico y diversos colorantes y saborizantes, además de nicotina.
De acuerdo con la Secretaría de Salud estatal, el humo del tabaco es una mezcla de 7 mil sustancias químicas, de las cuales 70 por ciento de éstas ocasionan cáncer.
La adicción puede causar cáncer en: nariz, boca, garganta, cuerdas vocales, pulmones, esófago, estómago, páncreas, riñones, vejiga, cuello uterino, medula ósea y sangre.
Quien fuma tiene entre 15 y 30 veces más riesgo de contraer cáncer de pulmón o morir en comparación con las personas que no fuman.
Por ello, la dependencia recomendó tener una comunicación abierta y respetuosa con todos los miembros de la familia sobre los efectos del tabaquismo, así como recurrir a actividades como el ejercicio físico.