Varias familias poblanas siguen la tradición de no consumir carne roja durante la Semana Santa, por lo que en las cocinas se preparan platillos con pescado o a base de puros vegetales.
Algunos de los platillos que se identifican como propios de la Cuaresma son la sopa de habas, los nopales navegantes, los huauzontles, los chiles poblanos rellenos y las tortitas de camarón.
También es común el Revoltijo, el cual consiste en romeritos con papas cambray, tortas de camarón, nopales y mole poblano, receta que data de la época prehispánica y que también se consume en la temporada navideña.
De acuerdo con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural del gobierno federal, la Ciudad de México es el principal productor de los romeritos con una cosecha superior a las dos mil toneladas en una superficie de 411 hectáreas.
Los cultivos se localizan en las comunidades de San Andrés Mixquic, San Nicolás Tetelco y San Juan Ixtayopan, perteneciente a la alcaldía Tláhuac, así como en San Gregorio Atlapulco, perteneciente a Xochimilco.
Le sigue el Estado de México con cerca de 180 hectáreas, principalmente en el municipio de Valle de Chalco Solidaridad, donde se cosechan poco más de mil 600 toneladas.
En Puebla se cuenta apenas con cinco hectáreas de cultivo para romeritos en los municipios de:
La producción del campo poblano respecto a este quelite es apenas de 25 toneladas, lo que resulta insuficiente para abastecer todo el mercado local, por lo que comerciantes deben atender la demanda con la producción de la Ciudad de México.
Los romeritos crecen en suelo alcalino salino y lugares pantanosos, también se le conoce como vegetación halófila.
De acuerdo con el Centro de Investigación en Nutrición y Salud del Instituto Nacional de Salud Pública, este quelite es un alimento de gran calidad nutrimental porque aporta fibra que produce sensación de saciedad, mejora el tránsito intestinal y puede contribuir a mantener niveles adecuados de colesterol LDL y azúcar en sangre.
También aporta vitaminas A, C, B2, calcio, potasio y hierro. Posee un bajo aporte calórico, toda vez que una taza de romeritos cocidos aporta 25 calorías.
Es un alimento proveedor de calcio, que es el mineral más abundante en nuestro cuerpo y es necesario para mantener una salud ósea óptima y un crecimiento adecuado de los huesos, sobre todo en etapas de desarrollo.
Es un antioxidante con funciones dentro del sistema inmune, además, facilita la absorción de hierro, participa en la síntesis de colágeno y tiene funciones esenciales en la visión y crecimiento, así como en la función inmune y de reproducción.
Los romeritos, cuyo nombre científico es Suaeda diffusa Wats, es una palabra náhuatl que se deriva de “quilitl”, que en español significa “comestible”.