Ahora que la jirafa Benito ya se encuentra a salvo, bajo el cuidado de la tribu de Africam Safari, animalistas proclaman ayuda para el rescate del elefante Ely.
En redes sociales los animalistas ahora emprenden una presión sobre las autoridades de la Ciudad de México para que el paquidermo sea atendido y mejoren sus condiciones. Incluso, se le cuestionó al gobierno del estado que encabeza Sergio Salomón Céspedes Peregrina y a los directivos de Africam Safari si ellos estarían dispuestos a hacer algo a favor de este animal.
Al respecto, el mandatario estatal dijo que hasta el momento desconoce cuáles son las condiciones en las que se encuentra Ely, pero su administración está disponible en ayudar.
“Yo estoy seguro que sí en algo podemos apoyar desde Puebla’ lo haríamos con mucho gusto”, expresó durante la conferencia de prensa donde se dieron a conocer los detalles de la bienvenida a Benito.
Céspedes Peregrina dijo que habrá que esperar qué indican las autoridades de la Ciudad de México y también lo que dicen los especialistas.
Incluso, recordó cuando personal de Africam Safari llevó a cabo el rescate de unos elefantes que estaban en riesgo en África, “entonces sí le saben a esto”, expresó.
El gobernador se refirió al rescate que en junio de 2012 personal de Africam Safari hizo a favor de 9 elefantes que estaban en Namibia, África y en riesgo de morir por los cazadores furtivos o de hambre, ya que eran unos bebés y sus padres habían sido asesinados.
La travesía del traslado, que se hizo vía aérea y terrestre, incluso fue motivo para crear un documental por parte de un canal de televisión especializado en flora, fauna y hechos sorprendentes.
Por su parte, Frank Carlos Camacho, director de Africam Safari, tras la llegada de Benito indicó que trabajan con varios colectivos y estan pendientes del caso de Ely.
El elefante más triste del mundo
Ely es considerada por animalistas la elegante más triste del mundo por el cautiverio en el que vive en el zoológico San Juan de Aragón, en la capital del país.
Refieren que ella formaba parte de un circo y fue rescatada en el 2013 y llevada al zoológico, para que estuviera mejor atendida, pero aseguran que no fue así.
Ely camina sobre una superficie reducida de concreto, terreno que no es bueno para su especie. Siempre está bajos los rayos del Sol porque en el espacio no hay algo que genere sombra.
Tiene problemas crónicos de articulaciones en su pierna derecha, recibe su alimento en el concreto, vive sola cuando son animales que están en manada, tiene problemas de la vista y le han diagnosticado coprofagia y zoocosis.
A decir de los especialistas, la zoocosis es un trastorno conductual común en los animales en cautiverio. A los animales en zoológicos que están encerrados prolongadamente, este trastorno los obliga a que hagan movimientos repetitivos sin que el animal lo pueda controlar y generalmente resulta en lesiones autoprovocadas.
Los ambientalistas han promovido amparos para que sea trasladada a Brasil, pero jueces han desestimado las peticiones de los animalistas.
En 2018, el Santuario de Elefantes de Brasil aceptó recibir a Ely para brindarle una mejor vida, pero las autoridades de CDMX negaron que la elefante viviera en malas condiciones. El juicio de amparo comenzó en 2021 cuando la organización Va por sus Derechos inició un juicio que llegó hasta la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
Para febrero del 2022, la Red en Pro de los Elefantes (PREN, por sus siglas en inglés), emitió una carta al director del Zoológico San Juan de Aragón y a la Secretaría de Medio Ambiente de CDMX indicando que Ely necesita contacto físico y vínculo con otros de su misma especie, ya que sufren demasiado cuando los obligan a vivir solos.
Además de que necesitan espacio y movimiento, en la naturaleza caminan una media de 10 kilómetros y a veces hasta. Sin embargo, las autoridades mexicanas decidieron conservar al ejemplar y traer un segundo elefante conocido como Gipsy para hacerse compañía, pero viviendo en el mismo espacio reducido.
Será en la Suprema Corte de Justicia de la Nación donde se resuelva el vacío legal sobre los derechos de animales y su preservación. Hasta que eso suceda, colectivos y ciudadanía han asegurado que mantendrán la campaña hasta lograr justicia para Ely, la elefante más triste del mundo.