Estamos a pocos meses de que inicien las operaciones del Tren Maya, y es que el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que este proyecto sería inaugurado en diciembre.
De acuerdo con el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), el recorrido del tren abarca mil 554 kilómetros, atravesando los estados de Chiapas, Campeche, Tabasco, Yucatán y Quintana Roo.
Sin embargo, habrá otra línea que se conectará directamente con el Tren Maya, e incluso es muy posible que pase por el estado de Puebla.
El tan esperado Tren Transístmico, tendrá una conexión directa con el Tren Maya, pues de acuerdo con el director del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, el Vicealmirante Raymundo Morales Ángeles, el tren del Istmo, tendrá 4 tramos férreos y dos de ellos se unirán al Tren Maya:
Línea FA: La cual tendrá una extensión de 238 kilómetros e irá de Coatzacoalcos, Veracruz a Palenque, Chiapas.
Línea K: Esta será la más extensa del proyecto, ya que conectará con la Ciudad Ixtepec, Oaxaca la Ciudad Hidalgo, Chiapas (cerca de la frontera con Guatemala), a lo largo de 476 kilómetros de vías.
Durante la conferencia matutina del 17 de octubre, el presidente López Obrador, reveló que tiene planes para que, con la ayuda de empresas concesionarias o con la Marina, el Tren Maya pueda extender su recorrido y pasar por las principales urbes del país: Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey o en dado caso, sea el tren del Istmo el que lo haga.
En la actualidad, tres compañías poseen las concesiones para las líneas ferroviarias que tienen la capacidad de conectarse con el Tren Maya: Ferromex, Ferrosur y KCSM.
Si la propuesta del Ejecutivo federal avanza con éxito, las vías concesionarias a Ferrosur conectarían al Tren del Istmo con el estado de Puebla y la Ciudad de México.
Y es que de acuerdo con datos históricos, la primera estructura ferroviaria construida en México se realizó en 1873, conectando la ciudad de México con Veracruz, siendo inaugurada en 1876, con una longitud total de 679.8 kilómetros.
Esta ruta cruzó por los estados de México, Hidalgo, Tlaxcala, Puebla y Veracruz.
Durante el porfiriato se promovió en gran medida la construcción de vías que unieran al país y facilitaran los traslados por todo el territorio nacional.