El tradicional trueque o intercambio de diversos productos en San Pedro Cholula es una costumbre comercial, que va empalmada con las festividades religiosas, pero que viene desde la época prehispánica y que ha logrado sobrevivir hasta nuestros días.
Este 8 de septiembre asisten personas que llegan desde pueblos cercanos como San Nicolás de los Ranchos, Acuexcomac, Atzompa, Tepexco, Nealtican y hasta de estados vecinos como Oaxaca, Guerrero y Estado de México.
Omar es un niño de apenas 7 años, pero desde la noche anterior él, junto con su familia, se organizó para asistir a esta actividad en la Plaza de la Concordia y llevar productos para intercambiar cosas con los más de 300 comerciantes provenientes de diversos municipios de la entidad, así como de otros estados.
“Me gusta esta tradición”, expresó el menor a El Universal Puebla, quien desde que tenía medio año de haber nacido, su familia ya lo llevaba al trueque.
Su tía, la señora JanMarit comentó que les inculcan a los menores acudir a este tipo de encuentros ancestrales para que no se pierdan las tradiciones.
“Les seguimos inculcando nuestras tradiciones, nuestros valores, ya cuando vayan creciendo depende de ellos y ellas que se los trasmitan a sus hijos”, comentó.
Por su parte, el señor Fernando Solar agregó que es una tradición muy bonita que se debe seguir a pesar de todo como el caso de la pandemia del Covid-19.
El denominado trueque se efectuó de manera presencial, después de que hace un año solo fue virtual a causa del virus. En esta ocasión, el acceso fue restringido, hubo tres puertas donde a los visitantes se les colocó gel antibacterial, se pedía el uso de cubrebocas y se les tomó la temperatura.
El pasado sigue presente
En la antigüedad, los cholultecas veneraban a Quetzatcóatl, considerado Dios de los Comerciantes y Mercaderes, y a Chiconaquiahuitl, Dios de las Nueve Lluvias, se acostumbraba que los pueblos llegaran desde lejos y durante las fiestas realizaban un sacrificio humano y el cambio de "varas de mando", las cuales podrían compararse con los "cetros" que en la actualidad llevan los "mayordomos".
Al venir de lugares lejanos traían consigo los productos que elaboraban y los intercambiaban con otros pueblos, es decir, llevaban a cabo el trueque. Los frailes franciscanos gradualmente sustituyeron las fiestas en honor a estas dos deidades por las fiestas en honor a Nuestra Señora de los Remedios.
En el tradicional intercambio se pueden encontrar desde productos del campo, utensilios, ropa, zapatos, juguetes, comida, artesanías, cerámica, barro, hierbas de olor y medicinales, así como artículos hechos a base de palma.
La señora Catalina Balderas, de 67 años, originaria de la comunidad de San Juan Calmeca, del municipio de Tepexco, recuerda que ella acudía a la plaza desde muy pequeña, al tener 9 años, cuando la llevaba su mamá para, también, visitar a la Virgen de los Remedios.
“Es una buena tradición, es bonita tradición, nosotros hacemos productos de palma, pero luego las nuevas generaciones ya no hacen esto y un día se va a terminar esta tradición”, comentó.
Añadió que en este intercambio le han dado ropa y zapatos, los cuales los obsequia a sus nietas principalmente.
Los comerciantes que se establecen en la plaza se dedican mayoritariamente a la elaboración de artículos artesanales y son invitados por el ayuntamiento de San Pedro Cholula.
