Tochimilco es un municipio ubicado a las faldas del volcán Popocatépetl. Este destino turístico es famoso por sus hermosos paisajes naturales, su rica historia y su deliciosa gastronomía.
Además, esta comunidad conserva ciertas tradiciones y costumbres provenientes de las culturas tolteca y chichimeca.
Este pequeño poblado está situado a 16 kilómetros de Atlixco en el estado de Puebla y uno de los principales atractivos es el Exconvento de Nuestra Señora de la Asunción, una auténtica fortaleza que puede visitarse.
En el atrio del exconvento se conservan todavía algunos frescos y un retablo que fue robado en 2001 y que gracias a la ayuda de la Interpol, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y el gobierno de México se recuperó tres años más tarde.
El Retablo de Tochimilco
Esta pieza de arte sacro es un retablo del siglo XVI que plasma a "San Francisco recibiendo los estigmas", mide 2,35 metros de altura por 1,7 metros de ancho y pesa 200 kilogramos, fue robada en 2001 del ex convento rural Tochimilco.
Esta joya arquitectónica fue robada en 2001, causando conmoción y tristeza en sus habitantes, hasta que después de tres años de investigación nacional e internacional, “milagrosamente” el retablo fue localizado por la Interpol en mayo de 2004 en la galería Peyton Wright en Nuevo México (Estados Unidos), cuando iba a ser subastado en Internet con un precio de salida de 255.000 dólares, lo cual
traducido en pesos mexicanos alcanzaba la suma de cuatro millones y medio de pesos.
Pese a las modificaciones que le habían hecho para su venta, la parte del retablo fue identificado y repatriado rápidamente; la PGR, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), la embajada de México en Estados Unidos y la Interpol intervinieron.
En febrero de 2004, cuando el retablo regresó al país, se entregó al Instituto Nacional de Antropología e Historia para su restauración y, posteriormente, se hizo la devolución al pueblo de Tochimilco en Puebla.
De este suceso, el INAH creó un documental titulado “El Retablo de Tochimilco, un San Francisco Viajero”, donde relata el proceso de recuperación, restauración, colocación y conservación de dicha pieza.
Asimismo, el organismo señaló que el robo de arte sacro es un problema de alcance internacional, ya que este delito tiene diversas implicaciones, pero “sobre todo arrebata a comunidades de un bien cultural ligado a sus creencias y a su fe.”
La reliquia, de autor anónimo, representa a San Francisco reclinado y viendo hacia el cielo, en donde un serafín rodeado de nubes y suspendido en el aire le imprime en el cuerpo las heridas de Jesucristo, consideradas en la Iglesia católica como estigmas.