Un punto poco apreciado en el plano turístico en Atlixco es su acueducto.
Los arcos de La Chapulapa fueron construidos a finales del siglo XIX para hacer llegar agua y generar electricidad a la ex fábrica de hilados y tejidos La Concha, ubicada metros abajo.
De hecho, pocos de quienes visitan el Pueblo Mágico, cuyos habitantes se jactan de contar con el mejor clima del mundo, lo conocen y tienen la oportunidad de apreciarlo.
Pero sí, Atlixco cuenta con un acueducto, que además de ser un referente arquitectónico, constituye parte de su historia.
Los arcos construidos en la colonia Chapulapa, hace unos años, presentaban severas filtraciones.
El acueducto se ubica sobre el Bulevar Sor Juana Inés de la Cruz, y es de gran utilidad para los campesinos de la región.
A mediados del año pasado, se planteó la posibilidad de organizar recorridos turísticos.
Ello con el propósito de obtener recursos económicos para financiar actividades de seguridad en la colonia Chapulapa.
Los interesados podrían conocer no solo el trayecto del agua, sino también parte de la historia de ese icónico sitio.
Sería un tour desde donde inicia el recorrido en el jagüey de la zona, pasando por el receptor de agua, la vista de cómo sube a presión hasta los arcos y la cascada en el corazón de la colonia.