Teresa Vega busca incansablemente a su hijo Rafael Huerta, de 12 años de edad, quien se extravió el 6 de octubre de 2020 en la colonia Playas del Sur de la ciudad de Puebla.
No sólo ha vivido ocho meses con el dolor y la zozobra de no saber dónde se encuentra su hijo sino que además ha recibido malos tratos de las autoridades e incluso, fue responsabilizada de la desaparición.
“(El apoyo) ha sido muy escaso, al principio a mí me tenían como principal sospechosa porque, como no vivía conmigo, el papá de mi niño dijo que posiblemente yo lo tenía. Yo me traslado a Fiscalía y la agente (del Ministerio Público) se porta un poquito agresiva, que tenía que decir las cosas bien”, señaló Teresa.
Al rendir su testimonio fue severamente cuestionada porque la agente le advirtió que si titubeaba era porque seguramente estaba mintiendo.
“Pero yo en realidad estaba muy angustiada”, relató.
Además, explicó que aunque ya transcurrió demasiado tiempo, la Fiscalía General del Estado apenas va a solicitar apoyo de los municipios para llevar a cabo la búsqueda de Rafael.
En entrevista con EL UNIVERSAL PUEBLA, la mujer recordó el día que le avisaron del extravío.
Fue el 7 de octubre del 2020, un día después. La abuela paterna le llamó para preguntarle si el niño estaba con ella porque no lo encontraban.
Lo que le dijeron fue que su papá lo mandó a la tienda y de ahí no supieron nada más.
Su abuela materna también llora su ausencia. “Para mí es muy duro porque es mi nieto. Como le comento, desde que nació ese niño yo lo llevaba a la escuela, lo iba a recoger. Cuando ya no pude, pagaba una unidad para que lo llevara y lo trajera”, compartió Felisa Arroyo.
Tadeo Luna, responsable de Seguridad y Justicia del Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuría (IDHIE) de la Universidad Iberoamericana de Puebla, reveló que del universo de 613 denuncias presentadas en el 2020 por niños desaparecidos en el estado de Puebla, sólo en doce se emitieron las Alertas Amber.
Ello, consideró, pone en evidencia que la Fiscalía General del Estado no aplica los protocolos de búsqueda debido, principalmente, a que los funcionarios desconocen la legislación en la materia.
“(Ignoran) desde lo básico de la ley hasta cuestiones de perspectiva de género. No es lo mismo que desaparezca un niño que una niña. Se sabe que todos somos iguales ante la ley, sin embargo, los derechos humanos exigen un enfoque diferenciado para afrontar el fenómeno de manera específica”, explicó.
El especialista destacó que la situación es grave cuando se trata de la desaparición de un menor, por lo que todos los protocolos de búsqueda deben ser inmediatos.
“No hay tiempo que perder en una desaparición, especialmente si es un menor de edad. Que inicien la búsqueda sin perder el tiempo, que se lleven a cabo los protocolos, es decir, que se emitan Alertas Amber que sean necesarias”.
Además, dijo, los servidores públicos deben dar un trato digno a los familiares.
“Seguimos viendo que las autoridades revictimizan a los familiares de las personas desaparecidas, es clásico que les digan que se fue con el novio, que después regresan. Es algo que en el trabajo que hemos desarrollado con familiares de personas desparecidas sale mucho, el maltrato que reciben de las autoridades cuando van a denunciar”.
La mamá y la abuela de Rafael Huerta Vega ruegan a las autoridades que hagan una búsqueda exhaustiva.
“Que me lo encuentren, es lo único (que necesito) para descansar de esta agonía porque es muy duro estar pensando…la hora que va uno a comer, (me pregunto si) ya comería, va uno a tomar agua, (y me pregunto si) ya bebería”, dijo doña Felisa.