Desde 1998 en México se instituyó el 28 de agosto como el Día del Anciano, que con el paso del tiempo se cambió al Día Nacional del Adulto Mayor.
Exactamente no se sabe por qué se eligió esa fecha, pero el objetivo es visibilizar las condiciones en las que se encuentra este sector de la población considerado como vulnerable, además de reconocer su aporte al desarrollo cultural, social, económico y político de nuestra sociedad.
En el estado de Puebla viven 6 millones 583 mil 278 personas, de las cuales 745 mil 419 forman parte de la tercera edad, de acuerdo con información del Consejo Estatal de Población del estado de Puebla.
El índice de envejecimiento a nivel nacional es de 47.69, mientras que en el caso del territorio poblano está por debajo de la media nacional, al reportar un índice de 41.86 por ciento.
Actualmente el rango de vida entre los adultos mayores que tiene el más alto índice es entre las personas de 60 a 64 años, pero la esperanza de vida es de 75 años y para el 2050, se estima que será de 85 años.
También hay personas de más de 100 años en Puebla y son mil 65, de las cuales 730 son mujeres y 335 corresponden a hombres.
Los municipios de Puebla con mayor población envejecida son: San Miguel Ixitlán, Axutla, Coyotepec, Totoltepec de Guerrero, Teopantlán, Chila de la Sal, Santa Catarina Tlaltempan, San Jerónimo Xayacatlán, Piaxtla y Xayacatlán de Bravo.
De acuerdo con información de la Secretaría del Bienestar del gobierno federal, de las más de 745 mil personas de la tercera edad, sólo 125 mil 464 se han beneficiado con el pago de la Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores.
Los beneficiados reciben un pago de 4 mil 100 pesos cada dos meses, recurso que en su mayoría emplean para comprar medicinas y alimentos.
Sin embargo, información del Observatorio de Salarios de la Universidad Ibero Puebla señala que apenas cuatro por ciento de la población adulta mayor en el estado cuenta con una pensión para sus gastos.
Por ello, las cifras que reportaron señalan que un tercio del grupo poblacional mayor a los 65 años de edad trabaja, la mayoría en el sector informal o acepta trabajos sin salario a cambio de algún apoyo en especie.
Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), refieren que, además de tener que trabajar para poder alimentarse, enfrentan problemas con la cobertura de los servicios de salud pública.
También hay 173 mil 269 personas mayores de 60 años de edad que no saben leer ni escribir y más de la mitad de esta cifra refirió pertenecer a un grupo indígena.
De las personas de la tercera edad, en Puebla hay 149 mil 510 personas con al menos algún tipo de discapacidad, de las cuales 55 por ciento tiene problemas para caminar, subir o bajar escaleras; 35 por ciento, visuales y en menor porcentaje, para oír.
El 20.35 por ciento tiene problemas para bañarse, vestirse o comer por sí mismo, mientras que el 18.67 por ciento de los adultos mayores tiene dificultad para recordar o concentrarse, y 8.76 por ciento no puede hablar o comunicarse.
Los adultos mayores, en su mayoría, viven en hogares ampliados con sus familiares donde se dedican a los quehaceres del hogar o al cuidado de los nietos, mientras los hijos salen a trabajar.
Para los especialistas, es importante que las personas de la tercera edad preserven la autonomía y la calidad de vida al envejecer, por lo que es importante invertir en su salud de mente, cuerpo y alma.
Algunas recomendaciones, además del cuidado de ojos, arterías y oídos, son para un buen estado físico en general, considerando que en Puebla se estima que hay un geriatra por cada 75 mil personas de la tercera edad.
La actividad física es útil para:
-mantener el estado normal de los músculos y articulaciones.
-prevenir la pérdida de calcio
en los huesos (osteoporosis).
-aumentar la capacidad de los sistemas respiratorio y cardiovascular.
-evitar el daño de las arterias y mejorar la coagulación sanguínea.
-mantiene la autoestima.
El ejercicio físico debe ser exigente, pero sin caer en lo excesivo, siendo ideal la natación, el baile y las caminatas. Este ejercicio debe durar por lo menos 30 minutos seguidos y practicarse por lo menos tres veces a la semana, si es bien tolerado.
Para la caminata debe considerarse el uso de ropa adecuada, acorde con la temperatura ambiente y un calzado cómodo. Para mantener la postura correcta y la flexibilidad de las articulaciones se recomienda realizar movimientos de estiramiento de brazos y piernas, girar y extender el cuello, mover el tronco a derecha y a izquierda.