Después de permanecer internada en la Casa de la Niñez Poblana, junto con otros menores de edad que están bajo la custodia del Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia (SEDIF), la pequeña Ana Miriam ahora forma parte de la familia Zamora Villegas.

Es una niña de tres años de edad, de fuerte carácter, que desde pequeña lo que ha padecido le ha servido para formarse de manera determinante.

A sus padres adoptivos les sorprende que sea una niña que ya sabe lo que quiere, lo que no quiere, qué le gusta, qué no le gusta. Es muy firme al decir sí, al decir no, y en ocasiones se tienen que llegar a negociar con ella para que se puedan dar las cosas.

Pero es una niña amorosa, receptiva y la tarea de sus padres adoptivos es llenarla de cariño y educación.

Teresa Villegas Díaz consideró la adopción porque no podían tener hijos a pesar de haber acudido a varios tratamientos de fertilidad.

Fue en 2018 cuando inició el proceso de adopción, pero no contaba con que la muerte de la gobernadora Martha Erika detuviera el proceso, sumado a la pandemia por Covid-19.

Sin embargo, a pesar de esos obstáculos, el matrimonio no desistió de convertirse en padres adoptivos y después de 16 años de casados, lograron tener a su hija Ana Miriam.

“Cuando la vi por primera vez fue el mejor día de mi vida. Todavía lo recuerdo con mucha emoción; se acercaba a mí y sentía que se me salía el corazón”, comentó.


La llegada de Ana Miriam a su hogar, a través de la adopción, refuerza el amor infinito que le tienen que dar, lo que también reconoce que implica mucha responsabilidad y conciencia de lo que están haciendo, así como del impacto que tienen sus actos y sus palabras.

Ese mismo amor y hasta nervios vivió Jorge Alberto Zamora Chávez, esposo de Teresa, quien también relató que antes de conocer a Ana Miriam ya estaba muy nervioso; ya sabía que era una niña y eso le generaba más emoción.

Refirió que sin duda en su corazón es latente el sentimiento de felicidad, “pero es muy diferente a todos los demás, hay una sensación en el pecho que no puedo describir”.

Adoptar a un menor de la Casa de la Niñez Poblana para la familia Zamora Villegas es un compromiso muy grande y va ligado a mucho amor, mucho tiempo para poder brindarle a su hija.



Ana Miriam, junto con otros 20 menores de edad, fueron entregados a sus familias adoptivas en una ceremonia protocolaria encabezada por Gaby Bonilla, presidenta honoraria del patronato del SEDIF, y el gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina.

En este evento también fue sorpresivo que dos adolescentes se hayan integrado a sus familias adoptivas, como lo fue Regina, una joven de 13 años de edad, quien fue recibida por la familia Oreyana Rodríguez.

Lo mismo ocurrió con Carlos, de 16 años de edad, que fue recibido por su familia adoptiva Carrillo Muñoz.

El gobierno del estado de Puebla señaló que, derivado de la visión humana, los procesos de adopción han sido mejorados para que las niñas, niños y adolescentes que están bajo resguardo del SEDIF tengan la oportunidad de estar en un hogar.

Gaby Bonilla destacó que el Sistema Estatal DIF coadyuva con diversas instituciones para que las niñas y niños tengan acceso a todas las oportunidades con el fin de salir adelante y sepan que son importantes, ya que el amor entre madres, padres e hijos no está determinado únicamente por el vínculo de sangre.

Reiteró que el SEDIF acompañará en todo momento a las 21 familias para atender cualquier inquietud y dar seguimiento al proceso de integración.

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