Javier García Bautista es un hombre de 47 años, quien ha visto cómo se deteriora su salud y su economía a causa de un mal diagnóstico.
A la redacción de El Universal Puebla, el vecino de la colonia Amalucan, denunció negligencia médica por parte de la doctora encargada del área de urgencias del Centro de Salud Urbano México 68, que se localiza en Retorno Esgrima número 4603, junto a El Campanario.
En entrevista, relató que en enero del 2020 le picó en una pantorrilla una chinche besucona de color negro cuando se encontraba trabajando en el Centro Histórico de Puebla.
Acudió al área de urgencias y la doctora Laura Ramírez Tepepa le dijo que tenía una alergia, sin escuchar al paciente sobre sus síntomas, por lo que le inyectaron un medicamento que describió como “muy fuerte, que te ataca el sistema nervioso”.
En su caso tuvo dolor torácico, diarrea, taquicardia e incluso se le cerraba uno de los ojos por la inflamación que le provocaba.
García Bautista, quien es joyero artesanal y vendía sus trabajos en la explanada del edificio Carolino, dijo que también tiene conocimientos de herbolaria, por lo que insistió a los especialistas que se le realizarán los análisis correspondientes para descartar la enfermedad de Chagas.
Para entonces ya habían pasado meses porque se ordenó el confinamiento por la pandemia del Covid-19.
Además, dijo que no había exámenes porque no contaban con computadoras en el Centro de Salud Urbano número 1 de Analco, que se ubica atrás del Centro Escolar Niños Héroes de Chapultepec (Cenhch).
“Estuve vuelta y vuelta y después de dos meses me dieron los análisis, pero con la sorpresa que nunca hubo estudios para la enfermedad de Chagas, que era lo que yo estaba pidiendo. Me mandaron a hacer análisis de sangre y de parasitosis”, narró.
Esta situación lo llevó a acudir nuevamente a consulta, donde lo atendió otro doctor. A decir del paciente, el médico lo escuchó, pero no le creyó que hubiera sido picado por la chinche y mucho menos los síntomas, pues argumentó que eso no ocurre en Puebla.
En consecuencia, el doctor le mencionó que no contaban con el químico para hacer el reactivo.
Sin un diagnóstico certero, a dos años de la picadura del insecto, aseguró que sigue con los síntomas y daños en su salud que van en aumento, lo que ha provocado perder su trabajo y fuente de sustento.
Como joyero usa seguetas y otras herramientas, pero que le son imposibles de sostener porque al aplicar fuerza le duelen los brazos; de igual manera ha incrementado la graduación de sus lentes porque está perdiendo la vista.
Además de afectar su sistema nervioso, no ha podido comer porque al intentarlo siente que “se le cierra la boca del estómago” y no permite alimento, por lo que ya ha bajado dos tallas en su ropa.
Ante todas estas afectaciones, comentó que hace 15 días acudió a solicitar apoyo al gobierno del estado en el programa Martes Ciudadano, pero solo le dijeron que son secuelas, sin dar una respuesta o ayuda para mejorar su estado de salud.
Por ello, acudió a los medios de comunicación para solicitar a la población o autoridades para que lo apoyen de manera económica o con un trabajo que le permita mantenerse.
En redes sociales sus artesanías pueden conocerse y adquirirse como “Plumasdeodcidiana”, donde pueden contactar al joyero Javier García.
De acuerdo con información del gobierno federal, la enfermedad de Chagas es potencialmente mortal causada por el parásito Trypanosoma cruzi, el cual invade el miocardio, colon y esófago, causando daño en el corazón y sistema digestivo.
Esta enfermedad reduce la calidad de vida de los pacientes, y puede ser potencialmente mortal.