Cecilia Monzón Pérez y Blanca Esmeralda Gallardo son dos activistas poblanas asesinadas en 2022 que seguramente serán recordadas este 29 de noviembre, Día Internacional de los Defensores de Derechos Humanos.
La fecha se conmemora desde el 2006 como parte del reconocimiento de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, con el objetivo de sensibilizar sobre las dificultades de las mujeres que se dedican a esta actividad.
La cifra de hombres y mujeres defensores de derechos humanos que han sido asesinados por su actividad en México no se respalda con un registro oficial, aunque sí lo hacen algunas organizaciones y conteos públicos.
Según la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, en lo que va del 2022 al menos siete activistas han sido asesinados en México.
Cinco de ellos fueron hombres y dos mujeres: Rosario Lilian Rodríguez Barraza, madre buscadora que desde 2019 integró el colectivo Corazones sin Justicia y que fue ultimada en Sinaloa y Blanca Esmeralda Gallardo.
Sin embargo otros conteos hemerográficos públicos como el de la plataforma Wikipedia dan cuenta de que en México, durante este 2022, se registraron un total de 26 asesinatos de activistas hasta el 28 de noviembre.
Diez de estos casos contabilizados y documentados fueron de mujeres, dos de defensoras de los derechos transgénero y los otros 14, de hombres.
Entre las mujeres destacan las poblanas Cecilia Monzón Pérez y Esmeralda Gallardo, quienes coinciden en la lucha por la defensa de los derechos de las mujeres a una vida libre sin violencia.
La abogada Cecilia Monzón fue asesinada en San Pedro Cholula el 21 de mayo y entre los probables responsables del asesinato está su expareja, el exasperante a la gubernatura por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), Javier N.
En tanto que Esmeralda Gallardo fue asesinada el 4 de octubre tras dedicarse por más de un año a la búsqueda de su hija Betzabé Alvarado Gallardo y en su caso se ha señalado que no le fue otorgado un mecanismo de protección.
Los otros ocho casos de activistas asesinadas en el país durante este 2022 incluyen también a mujeres de otros estados como a Ana Luisa Garduño Juárez quien se convirtió en madre buscadora de Morelos tras el asesinato de su hija y quien perdió la vida con arma de fuego el 27 de enero, así como María Carmela Vázquez, que buscaba a su hijo en Guanajuato.
Apenas el 25 de noviembre pasado, mientras se conmemoraba el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, se hizo público el feminicidio de la abogada y activista feminista de Hidalgo, Grisel Pérez Rivera, quien había desaparecido desde marzo de 2021.
El 21 de marzo fue asesinada con violencia y en su domicilio Juana Ovando de los Santos, defensora de los derechos de la mujer, activista feminista y líder juvenil del PRI en Veracruz.
La violencia contra la mujer no es la única lucha que ha derivado en el asesinato de activistas, pues en la lista también se encuentran quienes encabezaron luchas medioambientales y en defensa de los pueblos.
El 3 de febrero, por ejemplo, Verónica Patricia Guerrero Vinueza fue asesinada en Jalisco tras luchar contra un basurero irregular.
La activista Patricia Rivera Reyes perdió la vida el 21 de marzo en Tijuana con arma de fuego tras defender el territorio rarámuri en contra de la tala ilegal.
En tanto que Lorena Chantzin Paxacuasingo fue asesinada por un grupo paramilitar el 7 de mayo, luego de la lucha que encabezó en defensa de la autonomía y libre determinación de los pueblos originarios de Guerrero.