Dificultad al doble. Cuando se registra un incendio forestal, los cuerpos de emergencias poblanos sudan la gota gorda.
En primera porque no cuentan con el equipamiento adecuado y en segunda porque sofocarlo es una labor titánica que dura días, incluso semanas.
Los recursos materiales para los rescatistas siempre han sido deficientes por parte de las autoridades gubernamentales.
En el caso de los bomberos, el equipamiento con el que cuentan, aunque todavía es funcional, ya está desgastado.
En consecuencia, les complica la labor de sofocar una incendio forestal debido a que no los protege igual de las llamas.
Mientras que en el caso de los voluntarios, como los de la Cruz Roja Delegación Puebla, están a expensas de que alguna empresa del sector privado les done trajes.
Como en el resto del país, en Puebla los incendios forestales se registran en su mayoría en temporada de calor.
De acuerdo con la Comisión Nacional Forestal (Conafor), cuatro de cada 10 son generados intencionalmente por actividades ilícitas.
Desglosó que el 17.17 por ciento ocurre por actividades agrícolas, el 12.09 por causas desconocidas y poco más del cinco por ciento debido a fogatas.
Cabe destacar que en la primera semana de abril ocurrieron tres incendios forestales, en distintos puntos de la entidad.
El primero en el municipio de Ixtacamaxtitlán, el segundo en el de Tetela de Ocampo y el tercero en las faldas del Citlaltépetl, a la altura del municipio de Libres.
En el primer trimestre del 2022, Puebla registró 140 incendios forestales, por lo que ocupó el tercer lugar a nivel nacional solo por debajo de la Ciudad de México y el Estado de México, según la Conafor.
