Puebla no está exenta de los transfeminicidios, aunque, por fortuna, su número no se compara con el de feminicidios. Sin embargo, estos crímenes evidencian el riesgo que enfrentan las integrantes de la comunidad trans.
En esencia, un transfeminicidio es el asesinato de mujeres trans cometido por desprecio hacia su identidad o sentido de posesión hacia ellas, de acuerdo con la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC).
En Puebla, un caso emblemático es el de Agnes Torres Hernández, quien fue asesinada en 2012, y cuyo trágico destino dio origen a la denominada Ley Agnes.
De acuerdo con registros periodísticos, desde 2012 hasta enero de 2024, en el estado de Puebla se contabilizaron 33 asesinatos de mujeres trans. De hecho, en las estadísticas de la Fiscalía General del Estado (FGE) de Puebla se considera el delito de feminicidio, pero no el de transfeminicidio.
El 25 de febrero de 2021 se aprobó en Puebla la Ley Agnes, que reconoce a las personas transgénero y les permite cambiar género y nombre en sus documentos legales. Esta ley contribuye a eliminar la discriminación que se ejerce en contra de las personas trans que residen o transitan en el estado de Puebla.
El 12 de noviembre de 2023, se registró el transfeminicidio de Melani N. cuando se descubrió su cuerpo en el interior de su vivienda en el Centro Histórico de Puebla. El cuerpo de Melani, de acuerdo con los registros, presentaba huellas de violencia.
El 30 de marzo de 2024, en el marco del Día de la Visibilidad Transgénero, se convocó a una movilización con el propósito de exigir la tipificación de los transfeminicidios, así como el reconocimiento legal de las infancias trans en Puebla. Los integrantes de la comunidad buscan que las autoridades den el correcto tratamiento a la víctima como una mujer trans o persona trans y combatan las conductas revictimizantes.