El pasado 14 de octubre, el gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina dio el banderazo para la construcción del distribuidor vial Puebla-Tlaxcala, una obra que tiene como objetivo mejorar la movilidad de las personas que ingresan y salen por esa zona y reducir los tiempos de traslado.
Uno de los principales cuellos de botella que padecen los automovilistas es justo atrás de la planta armadora de autos Volkswagen, de ahí el interés del presente gobierno de Sergio Salomón por hacer una obra que agilizara la circulación.
Esta es una salida obligada para los automovilistas que viajan a Tlaxcala o se dirigen a la Sierra Norte de Puebla, justo donde se encuentran los Pueblos Mágicos más visitados de la entidad.
Todos los días, pero principalmente los fines de semana, los conductores deben de conducir a vuelta de rueda, pues en la parte trasera de Volkswagen también se encuentran las empresas proveedoras como la firma Gestamp.
El paso vehicular es controlado por un semáforo, que a veces no funciona, que se encuentra en el retorno que se debe tomar para quienes deseen tomar la autopista a Tlaxcala.
A estos factores se suman los conductores que tienen que tomar esta vialidad para ingresar a sus fraccionamientos ubicados en los municipios de Cuautlancingo y Coronango, como en el caso de los inquilinos de Misiones de San Francisco.
De acuerdo con la Secretaría de Infraestructura, en promedio, circular desde la salida de la autopista México-Puebla, por el lado del Outlet, hasta pasar el retorno y encontrarte con la autopista a Tlaxcala podría tomarte mucho tiempo.
Con el nuevo distribuidor vial Puebla-Tlaxcala se evitará rodear la planta Volkswagen y lo más importante, se reducirán los tiempos de traslado que podría ser de hasta 40 minutos al evitar los cuellos de botella.
También se mejora la conectividad, se reducirán las emisiones de carbono generadas por los automovilistas y se beneficiará a los habitantes de los fraccionamientos aledaños.
Esta obra tendrá un costo aproximado de 259 millones de pesos y consiste en la intervención de tres ejes, tendrá siete vías, un puente de 38 metros de longitud, señalización, trincheras para los ductos de Pemex, muros de contención y diversas adecuaciones.
El distribuidor vial Puebla-Tlaxcala inició su construcción el pasado 14 de octubre y se prevé que esté terminado en los primeros días de diciembre próximo, es decir, antes del 14 diciembre, fecha en la que concluye la administración de Sergio Salomón Céspedes Peregrina e inicia el gobierno de Alejandro Armenta.