Durante los últimos meses, el precio de los garrafones de agua, ya sea en las embotelladoras domésticas o en marcas comerciales, ha registrado un incremento que está ligado en parte a la escasez del vital líquido.
Esto se traduce en un comportamiento de la economía que ha llevado, en términos generales, a un aumento en el precio del agua embotellada y purificada.
Por ejemplo, de acuerdo con el portal de Bonafont, una de las marcas comerciales que se venden en supermercados y tiendas de conveniencia, un garrafón de 20 litros tiene un costo de 60 pesos, mientras que el garrafón de 11 litros tiene un costo de 42 pesos.
Un paquete de agua natural de seis unidades, con 500 mililitros cada una, cuesta 46 pesos. Mientras que un paquete de agua natural con 24 unidades de 330 mililitros cada una tiene un costo de 115 pesos. Por último, un paquete de agua natural con seis unidades de 1.5 litros tiene un costo de 75 pesos.
En cuanto a las purificadoras domésticas, una parte de la industria del agua está representada por ellas, y se han multiplicado y operan en muchas colonias. Su materia prima es el agua, que debido a la escasez del vital líquido ha registrado un aumento en el precio de las pipas que los abastecen.
En ese segmento del mercado, los precios varían al menos en dos vertientes: la entrega a domicilio o bien el rellenado de garrafones de manera directa en las instalaciones de la purificadora.
En este caso, los precios han registrado un aumento que se ubica, al momento, entre los 14 y los 20 pesos por garrafón en las purificadoras domésticas; y de los 18 a los 24 pesos en el caso de la entrega a domicilio.
De hecho, un aspecto peculiar es que, en las tiendas tradicionales, es común encontrar garrafones de agua de marca y los que proceden de purificadoras domésticas, que compiten abiertamente por el mercado.
