Desde la década de los 60, del siglo pasado, los automovilistas cuentan con la autopista México-Puebla para transitar de manera más rápida a la zona centro del país, al norte, al sur y sureste.
Esa es una de las principales características de las autopistas, a diferencia de las carreteras federales, son más rápidas, cuentan con dos bandas de circulación, una para cada sentido, separadas entre sí por una franja ancha de terreno o por vallas de protección y pueden tener dos o hasta cuatro carriles de circulación en cada banda.
En México existen diversas autopistas, unas más cortas y otras con mayor longitud, también unas con mayor carga vehicular y otras más socorridas por transportistas de carga pesada.
Algunas de estas vías que son empleadas por los automovilistas particulares, comerciales, transportistas de pasajeros o de carga, son las siguientes:
Estas vías son rápidas, por lo mismo son más concurridas por los conductores, por lo que algunas resultan más peligrosas por la inseguridad que prevalece en ellas, pero también son peligrosas por el número de accidentes que pueden registrarse a lo largo de las vías.
En el caso de la autopista México-Puebla se trata de una vialidad de 130 kilómetros, de los cuales poco más de 97 kilómetros comprenden la distancia entre la ciudad de Puebla y la capital del país.
Sobre esta vía, datos de agencias aseguradoras y asociaciones de las mismas, refieren que de la autopista México-Puebla, su tramo más peligroso es la zona de curvas pasando Río Frío en dirección a la Ciudad de México.
La principal razón por la cual señalan que es peligroso ese tramo carretero, es que debido a la altura de la zona y en ciertas temporadas del año, el pavimento puede congelarse, lo que se suma a que existe una pendiente pronunciada, hay curvas cerradas y peligrosas.
La carretera registra más accidentes principalmente cuando se transforma en un desafío de conducción durante las heladas.
Los principales percances son choque entre vehículos y accidentes en el que se están involucradas las motocicletas.
Las causas más comunes por las que ocurren los accidentes de tránsito en ciudad y carretera, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) son: exceso de velocidad, manejo bajo los efectos del alcohol y drogas, uso de teléfono celular, mal clima, conducir cansado, malas condiciones mecánicas del vehículo, no respetar los señalamientos y conducir de forma imprudente.