Las lluvias del 25 de mayo en Tehuacán dejaron al descubierto extraños hundimientos parecidos a un socavón que las autoridades justificaron como galerías filtrantes.
Una galería filtrante es una estructura subterránea construida para alcanzar el agua de un acuífero y poder sustraerla.
Pero se sabe que el subsuelo del segundo municipio más poblado del país tiene fallas desde hace una década, ocasionadas por el exceso de extracción de las aguas subterráneas.
En 2014, José Pedro López Castro, quien en ese entonces era el responsable de la Comisión de Aguas Subterráneas del Acuífero del valle de Tehuacán (Cotas), advirtió que varios de los túneles se habían secado por sobreexplotación en zonas crecidas de la urbanización.
En mayo de 2018, un estudio del Instituto Politécnico Nacional (IPN) detectó que las aguas subterráneas de Tehuacán, útiles para agricultura y consumo, presentaban varios niveles de contaminantes.
En el artículo Variaciones Espaciales en la Calidad del Agua Subterránea en Galerías Filtrantes de Tehuacán, reportó la situación de 23 galerías filtrantes de la cabecera y la zona metropolitana.
De acuerdo con el documento, se identificó que en estas zonas con niveles de contaminación, el agua extraída se utilizaba incluso para embotellarla, un giro que le ha dado fama a Tehuacán.
Además de los daños a las galerías filtrantes expuestos la semana pasada en la colonia Antorcha Magisterial, el fin de semana el municipio reportó que también había una contaminación inusual en el drenaje.
El sábado 27 de mayo vecinos de la colonia La Purísima reportaron que del drenaje brotaron aguas pintadas de azul, provenientes quizá de la industria textil.
Al respecto, ambientalistas ya han señalado que en Tehuacán la industria mezclillera realiza prácticas irregulares que afectan las fuentes de agua.