El culto a la Santa Muerte, la Niña Blanca o La Flaca, como la llaman sus devotos, ha crecido en México.

Hasta 2019, Puebla era considerado como el segundo estado a nivel nacional donde se venera a la Santa Muerte.

Lo anterior a pesar de que no cuenta con registro ante la Subsecretaría de Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación.

De acuerdo con estimaciones de sus fieles, el 20 por ciento de la población en Puebla, profesa esta creencia.

La Santa Muerte cuenta con un altar mayor en la 9 Norte, entre la 12 y la 14 Oriente, donde se celebran cultos a manera de rosarios los días 15 y 30 de cada mes.

En abril pasado, el altar mayor celebró 15 años de existencia, pero también hay más, como el ubicado en la 8 Poniente, antes de llegar al Bulevar 5 de mayo.

A finales de octubre y los días 1 y 2 de noviembre se celebra una fiesta en su nombre.

Además, la Congregación Nacional de la Santa Muerte se ubica en Ecatepec, Estado de México.

¿Quién es la Santa Muerte?

La Santa Muerte es una figura de culto religioso de origen popular mexicano que durante los últimos años ha tenido mayor auge. A la Santa Muerte se le ha vinculado con actos delictivos de algunos de sus devotos, incluso como protectora de narcotraficantes y criminales.

Los devotos no le piden milagros a la Santa Muerte sino favores o paros. La “Niña Blanca”, “Flaquita”, “Madrina”, “Señora”, “Hermana Blanca”, “Santita”, “Santísima”, “Comadre” es objeto de culto, y de celebraciones, pero sus creyentes no tienen que renunciar a otra religión para rendirle culto.

El registro

En julio de 2007, la Iglesia Santa Católica Apostólica Tradicional Mex-USA (nombre oficial de la Santa Muerte) partió de una corriente opositora al Vaticano, asentada en México desde 1997 y solicitó su registro ante la Secretaría de Gobernación para ser admitida como asociación religiosa.

Como un elemento fundamental para conseguir el registro se planteó eliminar el símbolo que lo caracterizaba (un esqueleto) y, en su lugar, colocar un "ángel de la muerte".

Dos años antes, en 2005, la Secretaría de Gobernación le retiró el registro como asociación religiosa con el argumento de que realizaba actividades fuera de lo establecido en los documentos básicos entregados a la autoridad, pues en sus estatutos no mencionaba la veneración a la Santa Muerte.

La Iglesia de la Santa Muerte sigue diversos fundamentos bíblicos y ejerce los sacramentos, pero entre otros elementos, no reconoce como líder al Papa ni la asunción de María.

Los mitos

En torno a la Santa Muerte hay una serie de mitos. Dicen que el altar sólo debe estar dedicado a ella porque es muy celosa. Que si haces un pacto con ella, a cambio te quitará a un pariente.

Pero sus creyentes señalan que la Santa Muerte es amor y bondad porque protege a los seres queridos.

Se utilizan los colores del arcoíris para vestirla y cada uno tiene un significado en específico. Por ejemplo, el verde lo relacionan con el dinero; el rojo es para el amor y el blanco es para la salud.

Los creyentes de la Santa Muerte consideran que su culto no es exclusivo de migrantes, narcos o malhechores, sino general e incluso, familiar.

La posición de la Iglesia católica

En 2016, el padre Hugo Valdemar, director de Comunicación Social de la Arquidiócesis de México, señaló: “nos preocupa que hay maleantes que acuden a la Santa Muerte porque entienden que los protege para delinquir. Es decir, se encomiendan a ella para robar, para secuestrar, y para matar”.

En paralelo, rechazó el culto a la Muerte “por ser una devoción que nace de la ignorancia y de la superstición que confunde lo sagrado con lo satánico”.

Valdemar subrayó “nosotros no los atacamos porque nos estén quitando fieles. De hecho, muchos seguidores de la Santa Muerte se dicen católicos y van a misa a la iglesia. Pero la Iglesia advierte y ataca porque hay que atacar al maligno y a sus obras, no tanto a las personas que tienen esta fe. Más bien esas personas nos preocupan porque han caído en estas redes y queremos que entiendan que una fe verdadera no puede fomentar esa superstición de la Santa Muerte”.

Por su parte, Yamarash, un joven señalado como Ministro de la Congregación Nacional de la Santa Muerte, aseguró que están acostumbrados a los embates de la Iglesia católica, aunque admite el vínculo con el narcotráfico.

Al respecto, expresó: “la Santa Muerte se involucra también con el narcotráfico, no lo podemos negar. Con actos ilícitos, con gente que se dedica a cosas fuera de la ley. Pero nuestra Congregación está trabajando para quitar esa imagen corrompida”.

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