Los corridos narran expresiones populares desde la época de la Revolución, historias de personajes reales que viven en algún lugar de México y Puebla no es la excepción.
En los últimos años se han producido temas que abordan desde historias personales y familiares, hasta anécdotas de migrantes y otros más relacionados con los llamados huachicoleros, delincuentes que se dedican al robo de hidrocarburos.
Los Tucanes de Tijuana, por ejemplo, han interpretado dos historias de migrantes poblanos. Una se titula El Poblano, que tiene más de 300 mil visitas en YouTube y Soy Poblano, con casi 175 mil clicks.
Los corridos también incluyen producciones de talentos locales que han alcanzado popularidad como El corrido del Poblano que canta El Terko sobre las dificultades de un campesino de Chiautla de Tapia y que tiene más de 176 mil vistas.
Con historias similares están Alberto Castillo con el corrido El de Puebla, que trata sobre un trailero de Ahuazotepec, con casi 13 mil reproducciones, o los Corridos de Dan Luis, cuyas canciones casi alcanzan mil visitas, como aquella que habla sobre Juan Hernández Dávila, un campesino que sólo aguantó dos meses en Estados Unidos.
Algunos otros corridos mexicanos hacen alusión a narcotraficantes y en Puebla, a los huachicoleros.
Un ejemplo es la agrupación Nato y Sus Huachix-Mz de Palmarito, que, aunque en YouTube apenas y se acercan a las 3 mil reproducciones, tienen algunas canciones relacionadas con la vida en el campo, el desamor y el robo de combustible.
Hace un lustro, cuando el huachicol comenzó a cobrar fuerza en el estado, en las redes sociales se difundió un corrido que resaltaba las supuestas cualidades del capo Antonio Martínez Fuentes, alias “El Toñín”.
