Este 15 de noviembre es el Día Nacional contra el Uso Nocivo del Alcohol, el cual es considerado una droga, por lo que en México sólo se permite su consumo a partir de los 18 años de edad.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), las drogas son todas las sustancias que al introducirse al organismo pueden modificar una o más de sus funciones y generar dependencia, es decir, que después de un cierto tiempo de consumirlas, el cuerpo las necesita para sentirse bien.
En ese sentido, señaló que el alcohol provoca dependencia y su consumo excesivo se asocia con más de 200 enfermedades y lesiones, además de que es responsable de causar problemas y daños sociales, mentales y emocionales.
Datos de la Comisión Nacional contras las Adicciones (Conadic) refieren que en México -con una población total de 130 millones 262 mil 220 personas-, hay 20 millones que padecen un consumo problemático de alcohol y se trata de quienes comenzaron a beber a los 13 o 14 años de edad en promedio y lo hicieron estando en casa.
La información que ofrece la Conadic se sustenta en la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2020 sobre Covid-19, la cual refiere que 623 mil 202 adolescentes consumieron bebidas alcohólicas durante el confinamiento.
La Conadic sostuvo que durante la pandemia se incrementó el consumo de alcohol en jóvenes y quienes estaban en proceso de dejar de beber tuvieron recaídas por el confinamiento y la suspensión de reuniones presenciales de grupos de alcohólicos anónimos.
La Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco (ENCODAT) reveló que 4 de cada diez menores de edad han consumido alcohol una vez en su vida y uno de cada diez bebieron cinco copas o más en el último mes.
Los datos también indican que el consumo de alcohol en menores va en aumento, pues tan solo en el 2020, el 54 por ciento de estudiantes de secundaria y prepa dijeron que habían bebido alcohol y 14 por ciento, han abusado del alcohol, bebiendo 5 copas o más en una ocasión.
En México, según la Secretaría de Salud federal, se estima un consumo per cápita de 4.4 litros por año y se caracteriza por ser excesivo, en periodos cortos de tiempo y principalmente los fines de semana.
Un consumo excesivo en mujeres es mayor a 4 copas por ocasión, más de tres veces por semana, mientras que en los hombres es de más de 5 copas por ocasión o también cuando consumen más de 12 copas en una semana.
La dependencia recalcó que tomar alcohol a temprana edad puede provocar muerte prematura. En los adolescentes y jóvenes ocupa el tercer lugar entre los principales factores de riesgo de muerte prematura y discapacidad.
Además, un consumo constante puede dejar como consecuencias a largo plazo:
-Dependencia o adicción física y psicológica.
-“Echar panza o lonjita” por la gran cantidad de azúcares que contiene y que al procesarse se convierten en grasa.
-Enfermedades del hígado, como inflamación, cirrosis y hepatitis alcohólica.
-El corazón aumenta la presión de la sangre; se puede producir insuficiencia cardiaca.
-Gastritis, úlceras e inflamación del estómago.
-Una hemorragia en el estómago puede desencadenar cáncer.
-Inflamación del páncreas, que interfiere con la secreción de los jugos digestivos.
-Problemas en la atención y memoria, lo que puede ocasionar amnesia.
-Desnutrición por mala alimentación.
-Depresión severa.
-Convulsiones.
-Hipertensión.
-Problemas en la piel por la deshidratación y por perder concentraciones normales de vitamina A.
- Alucinaciones, generalmente auditivas, que van casi siempre acompañadas de temblores y presión alta; suelen tener forma de voces, cuya intensidad y frecuencia aumenta por las noches y generan ideas de persecución.
-Muerte debido a envenenamiento por alcohol.
En ese sentido la recomendación es no tener en casa una cantina o una cava de vinos, no dejar bebidas alcohólicas al alcance de menores de 18 años y evitar el abuso en fiestas familiares.