Cholula, tierra de misterios y riqueza arqueológica, guarda en sus raíces la leyenda de Xelhua, el gigante que, según la mitología azteca, fue el arquitecto detrás de la construcción de la pirámide más grande del mundo.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), la pirámide de Cholula, conocida como Tlachihualtépetl, es una maravilla arquitectónica con 450 metros de ancho y 66 metros de altura.
La Gran Pirámide de Cholula es la más imponentes del mundo, pues tiene una base de cuatro veces más grande que la Gran Pirámide de Giza y casi el doble de volumen.
A pesar de su enorme tamaño, se sabe muy poco sobre su creación. Estudios arqueológicos sugieren que la construcción de este templo inició en el siglo II A.C. y se cree que finalizó entre el 900 y 1100 d.c.
Hasta la fecha sigue siendo un misterio quién la erigió, ya que a la llegada de los españoles se encontraba abandonada y con la apariencia de un pequeño cerrero como se conserva hasta nuestros días.
Sin embargo, de acuerdo con la tradición oral, fue un gigante apodado el “Gran Arquitecto” quien construyó esta pirámide.
Según la mitología azteca, la tierra estaba repleta de seres gigantescos, llamados Quinametzin, los cuales jugaron un papel crucial en la conformación del mundo mesoamericano antiguo.
Se dice que ellos poblaron el mundo durante la era anterior del Sol de Lluvia (Nahui-Quiahuitl). Sin embargo, éstos fueron castigados por los dioses, algunos perecieron en el diluvio y otros se transformaron en peces. Al final sólo sobrevivieron siete, entre ellos Xelhua.
Xelhua, apodado el arquitecto, fue el "elegido" para construir la enorme pirámide como monumento conmemorativo de lo que allí sucedió.
El gigante reunió un ejército de hombres para que le ayudaran en el proceso. Xelhua, quería construir una estructura tan alta que alcanzara el cielo, pero Tonacatecuhtli, padre de todos los dioses, vio esto como una ofensa y lanzó fuego desde el cielo.
Esto mató a muchos constructores ocasionando que la construcción se detuviera. Luego de este suceso, un gran número de obreros perecieron y el trabajo fue suspendido.
Xelhua, con el tiempo quedó en el olvido y con la llegada de los españoles y la evangelización que llegó a Cholula, la leyenda fue borrada de la mente de los pobladores.