En el municipio de Huaquechula, que se ubica a unos 50 kilómetros de la ciudad de Puebla, cada 3 de mayo es un gran día de fiesta, porque recuerdan y celebran a la Santa Cruz que apareció en 1807.
En México, cada 3 de mayo se celebra el Día de la Santa Cruz, una festividad asociada a los trabajadores de la construcción, desde albañiles, encargados de obra, maestros y hasta arquitectos.
Pero en Huaquechula la celebración es para todos los creyentes, a fin de recordar un evento insólito que tuvo lugar en los campos de cultivo de Don Bernardino de Salamanca.
Tanto cronistas como pobladores, cuentan a los visitantes que hace 216 años, Don Bernardino trabajaba sus cultivos como lo hacía cada mañana, pero en aquella ocasión su arado se quedó atorado en el campo.
Acto seguido intentó jalarlo para seguir arando, cuando se dio cuenta de que una piedra estaba enterrada y eso lo detenía, entonces decidió cavar sin tener idea que lo que encontraría no sería una piedra común y corriente, sino que se trataba de una cruz tallada en granito basáltico que medía cerca de un metro.
Hay otras voces que comentan que la cruz apareció luego que Don Bernardino echó agua bendita en su campo para iniciar la siembra y fue en ese momento que apareció la cruz de piedra, muy cerca del río Huitzilac.
Ante tal hallazgo, el campesino de inmediato dio aviso a las autoridades de la iglesia, quienes después de un tiempo decidieron albergar esta cruz en el templo de la comunidad, donde actualmente se venera y es visitada por los feligreses.
Es una piedra muy dura y pesada a la cual le hicieron una incrustación de una reliquia tocada por la verdadera Cruz de Cristo.
Se tiene la creencia que se vuelve más pesada y no la pueden mover del altar donde está colocada, si es que antes no se hacen sonar las campanas de una manera muy especial.
Para celebrarla, entre los pobladores y creyentes formaron 17 hermandades, de las cuales se desprendieron 34 mayordomías.
Los mayordomos son las personas que tienen la tarea de organizar las fiestas durante todo el año en la iglesia. Se postulan de forma voluntaria y sus funciones duran un año.
Por la mañana, 17 mayordomías ofrecen chocolate a todas las personas que acuden a visitar la cruz, mientras que, por la tarde, otras 17 mayordomías regalan mole poblano en la zona centro del municipio.
Para este 2023, como cada año, la fiesta comenzó a las 6:00 horas con las tradicionales mañanitas, posteriormente las mayordomías repartieron el chocolate, en tanto esperan los fieles que sea mediodía para iniciar con la procesión de la Santa Cruz, evento que espera participen cerca de 2 mil personas.
Para la procesión, la cruz de manera original que fue incrustada en la de piedra va al frente, le siguen las 17 hermandades y cada una portando cruces de madera. El mayordomo también lleva un popochcomic, que es un sahumerio tradicional de flores.
Cada hermandad es acompañada por la banda de viento y a su regreso al templo parroquial la pequeña puerta del nicho que protege la cruz original es abierta para que todos los asistentes puedan tocar directamente la reliquia.
Este año la temática serán los colibríes debido a que la aparición tuvo lugar muy cerca del río Huitzilac, que es una palabra náhuatl que en español significa colibrí.
En el transcurso del día habrá música de viento, el baile de los topiles, que son danzantes que portan el traje representativo de Huaquechula.
También bailan chiquigüites adornados con flor de Cacaloxúchitl bailando al compás de la banda, danzan y ofrecen pichones (pan tradicional) tamales y chocolate.
Los asistentes también participan en la degustación del mezcal y se les reparte la comida con mole poblano y guajolote, hasta concluir a las 20:00 horas.
Para Huaquechula y todo Puebla, este es un festejo catalogado como uno de los más importantes del municipio, por lo que visitantes locales y foráneos disfrutan de danzas, música en vivo, artesanías, gastronomía y todo concluye con la quema de toritos pirotécnicos.