El Reloj Floral fue construido como parte de la remodelación del zócalo de Zacatlán, en 1986 y se puso en operación el 9 de agosto de ese año.
Fue donado por Relojes Centenario, una de las empresas más representativas de Zacatlán y con un prestigio ganado a pulso, a través de una tradición que rebasa el siglo de existencia.
Con el paso de los años, el reloj se convirtió en uno de los símbolos locales, además de uno de los principales atractivos turísticos, por sus características que lo hacen único. Asimismo, es considerado el primero en su tipo.
Las imágenes del Reloj Floral de Zacatlán han rebasado fronteras.
Cuenta con dos carátulas de cinco metros de diámetro cada una, adornadas con flores naturales.
El reloj toca una canción diferente cada hora, lo que le otorga un significado especial.
Las melodías son: Danzón Zacatlán, Sierra poblana, Collar de perlas, Fascinación, Cielito lindo, Vals sobre las olas, Blanca navidad, Popurrí navideño, El ave María, así como México lindo y querido.
En 2019, sus dos carátulas se adornaron con un total de 2 mil 350 plantas de amaranto, para formar la figura de una manzana en el centro para concluir con cineraria gris.
La Fábrica de Relojes Centenario fue fundada por Alberto Olvera Hernández en el año 1919.
Cuenta con un portal electrónico http://www.centenario.org.mx/ y por supuesto con redes sociales en las que se proyecta su importancia.
A dos cuadras del palacio municipal de Zacatlán se encuentra el Museo del Reloj, en él se exhiben réplicas de relojes que se utilizaron hace dos mil años, su historia y evolución.
Además, se exhibe un mural del hijo predilecto de Zacatlán, el fundador de Relojes Centenario, Alberto Olvera.