Por sus colores y altura, que ha aumentado desde que comenzó a erigirse en el 2003, la Pirámide Tonantzin es una construcción poblana contemporánea que ha cobrado fama en redes sociales.

Es común ver las fotografías de este lugar donde se lucen los cielos estrellados y algunas ceremonias de origen prehispánico.

Se trata de una obra que se encuentra en el municipio mixteco Huitziltepec y que forma parte de un proyecto de comunidad autónoma inspirado en el pensamiento zapatista que busca preservar las raíces.

De acuerdo con un activista que se identifica como el maestro Filo, la inspiración surgió luego de que en 2003 el Ejercicio Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) anunció la extensión de caracoles, su forma de organización política.

Así, recuerda en varios videos que se encuentran en sus redes sociales, se inició con la construcción de este espacio en el que se busca involucrar a las nuevas generaciones en la herencia náhuatl.

La pirámide se dedicó a la Virgen de Guadalupe o Tonantzin, por lo que el activista ha expuesto en diversas reseñas que involucrar a una imagen ligada al catolicismo les ha valido el reconocimiento de otros grupos del país que buscan preservar las raíces prehispánicas, pero otros más critican que no puedan quitarse el colonialismo de encima.

Sin embargo, argumenta que se eligió así con base en el relato tradicional Nican Mopohua que recoge en náhuatl las palabras que le dijo la Virgen de Guadalupe a Juan Diego durante su aparición en el Cerro del Tepeyac. 

El activista explica que parte de la herencia que vale la pena recordar y preservar radica en que ella se presentó como la madre de los mexicanos y como una figura religiosa principal y no con el papel secundario con el que se ve a la virgen en otras visiones del catolicismo.

Como sucedió en la época prehispánica, esta construcción empezó con una altura menor y fue creciendo durante las siguientes etapas.

Para enero de 2022 alcanzó una altura de seis metros y está proyectada para medir hasta diez metros.

Con cada etapa de crecimiento que ha tenido la estructura ha surgido también la organización comunitaria para concretar las decoraciones de sus cuatro caras.

La Pirámide Tonantzin es la protagonista de varias ceremonias que realizan pobladores del municipio poblano que buscan preservar la cultura.

Algunas de ellas están relacionadas con el cambio de estación y la principal con los festejos de la virgen, pues cada 18 de diciembre dan inicio desde ahí a una peregrinación al Cerro del Tepeyac.  

Aunque los organizadores de este proyecto reconocen que es un punto que se puede visitar, no se trata de un atractivo turístico sino de una forma de organización autónoma que tiene significados para la comunidad.

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