El próximo 8 de septiembre, los Pericos de Puebla comenzarán la pelea por la Serie del Rey 2023 de la Liga Mexicana de Béisbol (LMB), contra quien resulte líder de la Zona Norte y eso los tiene volando muy alto.
Aunque el actual nido de la novena verde es el Estadio Hermanos Serdán, su hábitat ha estado marcado por otros dos sitios icónicos de la ciudad.
El primero fue el Parque Puebla que se construyó en 1938 por iniciativa del empresario magnate Jorge Pasquel y del que todavía hay varios recuerdos.
Ese año también se fundaron los que hoy son los Pericos, aunque tuvo otros nombres y compartió el diamante con otros equipos.
En fichas sobre su historia hay recuerdos de cómo este inmueble era de color verde y blanco, con un acceso principal frente al Panteón Municipal de la 11 Sur y que tenía una construcción de madera para 5 mil aficionados.
Del inmueble también hay imágenes del recuerdo en páginas de Facebook como Puebla Antigua.
Ahí por ejemplo, Francisco Coca Salinas compartió una fotografía de 1946, en blanco y negro, en donde se ve al equipo con la P en sus pechos y de fondo, los árboles del panteón.
El segundo nido en el que habitaron los Pericos fue el Estadio Ignacio Zaragoza que fue su sede entre 1954 y 1972.
De él hay otros recuerdos de internautas como gacetillas en donde se informaba del roster o credenciales para los juegos de la temporada.
Fue hasta 1973 cuando el Estadio Hermanos Serdán se inauguró y se convirtió en el nido que ahora conocemos, con posteriores remodelaciones.
El rival de los emplumados en este 2023 podrían ser los Algodoneros de Unión Laguna o los Tecolotes de los Dos Laredos que se disputan el campeonato de la Zona Norte en la recta final.
Se prevé que la disputa comience en el estadio del rival y serán los días lunes 11, martes 12 y miércoles 13 de septiembre cuando se agenden encuentros en el Nido Verde, aunque esto dependerá del avance en la serie.
La última vez que el Hermanos Serdán tuvo un juego de este tipo para definir a un campeón de la liga fue el 10 de septiembre de 2017, cuando los Pericos cayeron en el quinto juego contra los Toros de Tijuana.